La mañana del 29 de junio medio planeta se puso en alerta. Fue el día en que el representante de Madonna hizo público que la artista había sido hallada inconsciente en su domicilio a causa de una infección bacteriana que le obligó a pasar una temporada ingresada en la UCI de un hospital de Nueva York. Aunque no trascendieron más datos sobre su estado, sí que se informó de que la cantante estaba "mejorando", bajo tratamiento médico y a la espera de una favorable recuperación.
Esto, como era de suponer, forzó la cancelación de todos sus compromisos profesionales, incluida su gira mundial Celebrations, cuyo arranque estaba previsto para este 15 de julio en Vancouver, Canadá. "Compartiremos más detalles con vosotros en cuanto los tengamos, incluida una nueva fecha para el comienzo de la gira y para los conciertos que se reprogramen", prometieron a sus fans, preocupados por la situación que atravesaba su ídolo.
Ahora, cuando ha pasado un mes de aquel susto, Madonna por fin ha hablado. Lo ha hecho a través de una carta abierta dirigida a los suyos que hemos podido leer íntegra a través de su perfil de Instagram. En ella, la que convirtió en himnos temas como 'Vogue', 'Sorry' o 'Like a Virgin' da las gracias tanto a sus hijos como a sus amigos por demostrarle lo mucho que la quieren en un momento en el que, como deja claro, llegó a temer por su vida.
Después de "un mes fuera del hospital" y del tiempo necesario para "reflexionar", la conclusión que ha sacado de esto es que "el amor de la familia y los amigos es la mejor medicina". "Como madre puedes verte atrapada en las necesidades de tus hijos y en los interminables regalos, pero cuando las cosas se pusieron feas, mis hijos me ayudaron de verdad", ha reivindicado, confesando que vio en ellos "una cara que nunca había visto antes". Eso, para ella, "marcó la diferencia".
Además de este 'gracias' público a sus hijos Lourdes, de 26 años, Rocco, de 22, David Banda y Mercy James, de 17, y las gemelas Stella y Estere, de 10, Madonna ha querido dedicarle unas palabras a sus amigos, su otro gran apoyo en este obstáculo vital.
"Si amplían esta foto que tengo en la mano, verán una Polaroid tomada por Andy Warhol de Keith Haring con una chaqueta con la cara de Michael Jackson pintada. Un triángulo perfecto de brillantez. Fue un artista que tocó tantas vidas, incluida la mía. Sollocé cuando abrí este regalo porque me di cuenta de lo afortunada que soy de estar viva. Y lo afortunada que soy de haber conocido a estas personas y a tantas otras que también se han ido", ha expresado con total honestidad.
Estas esperadas palabras las ha cerrado con una frase que dice mucho del antes y después que ha supuesto este bache de salud para Madonna: "Gracias a todos mis ángeles que me protegieron y me dejaron quedarme para terminar de hacer mi trabajo".