Lolita Flores superó la muerte de su madre y de su hermano gracias a sus hijos, a sus amigos y a su trabajo. 26 años han pasado de su pérdida y la artista confiesa que sigue doliendo, "la herida sigue debajo", pero ahora es capaz de hablar de ello y poder contener las lágrimas. "Los dos eran parte del mismo universo, no podían vivir uno sin el otro. Si hubiese sido al revés, mi madre había tardado menos de 15 días en irse", ha contado en 'El musical de tu vida', el programa en el que ha hecho un repaso de su vida junto a Carlos Sobera.
Su padre murió cuatro años más tarde tras perder "al amor de su vida" y a un hijo. "Ya no quería vivir. Es algo que nadie debe experimentar", asegura Lolita, que se emociona al recordar a sus dos hijos y a sus dos nietos, los hijos de Elena Furiase. "Mi madre llevaba un cáncer que arrastraba muchos años y tarde o temprano sabíamos que se tenía que ir. Pero lo de mi hermano no, mi hermano se murió de amor. De amor también se muere", asegura.
Cuando volvió a casa y se dio cuenta de que "no estaban", Lolita comprendió que tanto ella como su hermana, Rosario Flores, se habían quedado huérfanas. "Mi madre y mi tía también perdieron un hermano con 16 años", ha recordado la artista, que solo le pide a Dios que la historia no vuelva a repetirse. "Ni a mi hija, ni a mi hermana ni a mí. Yo creo que ya está, el cupo ya está hecho. Yo tengo mi sitio, no tengo ganas de ir, quiero quedarme aquí por muchos años y tener mi cabeza bien para ver a mis nietos crecer. Que cuando Dios me quiera llevar voy a estar con ellos arriba y eso me da mucha alegría", ha asegurado visiblemente emocionada, tal y como puedes ver en este vídeo.
Lolita Flores se quitó el dolor de la muerte de su hermano y de su madre "a base de llorar muchísimo", pero también ha confesado por primera vez el consumo de drogar y alcohol que tuvo en esa época. "Me tomé muchas botellas de Whisky sola por la noche. De probar sustancias que no había probado antes. Nunca toqué cosas gordas como caballo y ese tipo de cosas, pero probé cosas", ha contado la artista.
La madre de Elena Furiase asegura que nunca estuvo "enganchada a nada" y que lo pudo dejar por sus hijos. Fue su hija Elena quién puso la voz de alarma y llamó a Rosario para decirle que no veía bien a su madre: "Yo me acuerdo que estaba en mi casa haciéndome las manos y me llamó mi hermana y me lo contó. Eso fue como el corte a esa pena, a ese dolor y a ese desbarajuste de cabeza que yo tenía. Me dije qué estoy haciendo, mis hijos están por encima de todo", recuerda la artista, que afirma que sus hijos la salvaron.