Carlos Herrera regresó a su trabajo a principios de septiembre con una impactante noticia. El locutor de 'Herrera en la COPE' contó en su primer día tras el verano que había sido operado de un tumor en la parótida derecha el pasado 31 de agosto. Tal y como él mismo contó tuvo que someterse a una parotidectomía, lo que significa la extirpación de una glándula parótida que, en sus propias palabras, estaba siendo "acosada por un adenoma pleomorfo", un tipo de tumor de carácter benigno.
También explicó hace unas semanas que las glándulas salivares, situadas delante de las orejas, se encuentran en una zona muy delicada, por eso quiso agradecer públicamente al equipo médico que le realizó la operación. El locutor tuvo en su programa unas palabras para "las manos mágicas" de Julio Acero, el médico que le dejó la cara como si le "hubiesen pegado un balonazo". "Les hablo con media cara nada más", añadió entonces con el humor que le caracteriza.
La modelo, en una entrevista a la revista Semana, ha explicado que, un mes después de la operación, su padre está "muy bien", que le han quitado "lo que le tenían que quitar y todo perfecto". Rocío Crusset no ha querido entrar en más detalles sobre el tema para mantener la discreción con la que hablan siempre de su vida privada familiar.
La joven, que ha conseguido afianzar una carrera internacional en el mundo de la moda, ha contado que está "muy contenta y feliz" de vivir en Nueva York. Allí se mantiene "ocupada" porque si no lo está considera que es una ciudad "que te come". "Es duro, pero una vez que encuentras tu rutina, tus amigos, tu pareja todo es más fácil", ha admitido.
También ha hecho referencia a España, un país al que no le da tiempo a echar de menos porque viaja "constantemente". "Pero desde luego echo de menos a mi familia, cuando estás lejos lo que realmente quieres es la cercanía de los tuyos", ha explicado la modelo.
En cuanto a la salud de Herrera, el protagonista dijo en su vuelta al trabajo que había estado "un poco más tonto" en los primeros días después de la operación y que todo se iría "recuperando debidamente". Como él mismo explicó en respuesta a preguntas de sus compañeros de formato, tan solo unos días después de ser intervenido ya podía ingerir alimentos sólidos, aunque lamentaba tener la parte derecha del rostro, en la que tuvo lugar la extirpación, "acorchada", y solo poder mover con normalidad la mitad izquierda del mismo.