Este martes, el Gran Teatro Caixabank Príncipe Pío de Madrid se llenaba para celebrar los Premios Iris, el máximo galardón concedido por la Academia de Televisión y de las Ciencias y las Artes del Audiovisual. Por su alfombra roja previa a la gala desfilaron cantidad de rostros conocidos, entre ellos Pedro Piqueras, que minutos más tarde se subía al escenario para recoger el premio Jesús Hermida a la Trayectoria, un reconocimiento a su carrera periodística formada por los 16 años trabajados en radio y 34 en televisión.
El periodista de 68 años, que acaba de retirarse tras más de cincuenta años en activo, se mostraba muy agradecido y emocionado, especialmente por recoger el premio en manos de su hijo Curro, que ha querido estar con él en un momento tan especial. El joven, que como contó su padre en una entrevista con Risto Mejide trabaja en Londres como publicista, ha viajado a Madrid este martes para dar un pequeño discurso sobre la carrera profesional y personal de su padre.
Tal y como puedes ver en el vídeo, Curro ha comenzado diciendo que creció "creyendo que todos los padres salían en la tele". "De hecho, yo tengo casi 40 años, echad cuentas. Me pillaron preguntando a algún amigo mío que en qué tele salía su padre. El que era el de la tele para todos vosotros, para mí era una persona muy humilde, con muchísimo sentido del humor y al que he admirado cada día. Te mereces este premio, pero también todo lo que te está pasando ahora mismo", decía el joven, arropado por los aplausos del público.
Tras abrazar a su hijo, Pedro Piqueras cogía el testigo asegurando que es "un tipo con suerte". El que ha sido durante más de tres décadas presentador de informativos ha querido agradecer a la Academia el premio porque le han hecho sentir "que todo ha merecido la pena". "Creo que supe llegar, me ayudaron mucho, supe estar y creo haber sabido salir a tiempo", decía el periodista.
Recordando cómo fueron sus inicios en televisión, Pedro Piqueras ha contado que fue Jesús Hermida quién le entrenó y le enseñó cómo sentarse, mirar al público y mantener con la cámara "una relación de amor". "Durante mucho tiempo me he preguntado qué hacer para ser equilibrado, me he preocupado mucho del contenido y de la forma, pero también he tenido una historia de amor con la cámara. Al final, todo ha merecido la pena. Aprovecho para dar las gracias a mi familia, a la que he descuidado por estar tanto tiempo en televisión. A mis compañeros, los que me han enseñado muchas cosas y me han acompañado y hecho vivir la mejor profesión del mundo. Si volviera a nacer, haría lo mismo. Viva la televisión", ha terminado diciendo.