Pedro Piqueras tuvo otra profesión antes de dedicarse al periodismo: así fue su desconocido primer trabajo

  • Es una de las caras más reconocibles y reconocidas del periodismo patrio, pero pocos conocen a Piqueras en lo personal

  • El presentador siempre ha optado por la discreción, y apenas hace menciones a la familia que forma con su pareja Esther y su hijo Curro

  • Pedro tiene un pasado laboral desconocido: de joven, antes de su idilio con la información, tuvo unos inicios profesionales muy distintos

El de Pedro Piqueras es uno de los nombres más reconocidos del panorama periodístico patrio. El de Albacete lleva más de cuatro décadas entregado al mundo del periodismo, y desde hace ya diecisiete años es director y presentador de Informativos Telecinco. Una larga temporada entrando en los salones de millones de personas todos los días, lo que le ha convertido en una cara muy conocida. Pero, pese a ello, el periodista siempre ha querido optar por la discreción en cuanto a lo personal, apartando del foco todo aquello que excede estrictamente de su faceta profesional. Por eso, no muchos conocen que, antes del periodismo, Piqueras desempeñó un trabajo distinto, que no tiene nada que ver con la información ni los medios.

El presentador no suele conceder entrevistas. Como él mismo ha dicho en alguna ocasión, no le gusta que se entre en su esfera personal: "Me cuesta mucho dar entrevistas, sobre todo, cuando entran por la vía de la vida privada, huyo de todo eso", reveló en una participación en la Cadena SER. De hecho, poco se sabe con respecto a su familia: en una relación desde hace años con Esther Barriga, con formación en farmacéutica y veterinaria, tiene un hijo llamado Curro, que vive en Londres y atesora una ya dilatada carrera en el universo de la publicidad.

Pedro es natural de Albacete. Allí nació y creció, en una casa con patio en el extrarradio de la ciudad, entre gallinas y cerdos. Allí entabló sus primeras amistades, que mantiene hoy en día. Allí tuvo su primer contacto con la televisión, cuando su padre compró el aparato y los vecinos se reunían para ver juntos los partidos de fútbol y las corridas de toros. Allí fue también donde, como recuerda con humor, repitió cuarto curso de Bachillerato, algo de lo que tuvo buena parte de culpa un romance adolescente.

Los inicios profesionales de Pedro Piqueras, alejados del periodismo

Su padre y sus tíos regentaban una alpargatería en la localidad, por lo que Piqueras ha reconocido que su infancia le recuerda al inolvidable olor a cáñamo de los zapatos que vendía su familia, junto a distintos artículos de labranza. Y fue allí, precisamente, donde el periodista hizo sus primeros pinitos profesionales, ya desde adolescente. Como le revelaba a Mara Torres, también en la Cadena SER, se pasó allí tiempo echando una mano en el negocio, aproximadamente desde los doce años.

Pedro no estuvo despachando a los clientes, pero participó también del negocio familiar. Como explicaba a Torres, estaba en los almacenes, llevando cajas, organizando pedidos y haciendo distintas tareas. Una experiencia que le hizo adquirir una buena dosis de conocimientos en los tipos de alpargatas, y hasta coser desperfectos con la aguja específica para este calzado. Todo ello fue antes de ligarse al periodismo, un idilio que comenzó pronto: a los diecisiete años comenzó a trabajar en un periódico local albaceteño.

Sus años de juventud fueron también en los que desarrolló un talento oculto que pocos conocen del presentador. Todo un amante de la navegación, la música es ha sido otra de sus grandes pasiones. De joven tocó en un grupo, Carcoma, de música folk y con los que grabó un disco con canciones protesta. Además de cantar, toca la guitarra y el piano: en 2022 confesó que daba clases una vez por semana. En su perfil de Instagram, ha compartido alguna muestra de su talento, deleitando a su perra Violeta.