La muerte de Arévalo ha traído consigo numerosas polémicas. Una de ellas ha sido la reaparición de Malena Gracia en escena, quien formó parte de la vida sentimental del cómico y la que fue una de las grandes protagonistas en su despedida. ¿El motivo? La familia del amigo de Osborne prefirió que no estuviera presente en el tanatorio y, ante las cámaras, confesó lo mal que se había sentido por el rechazo de los hijos del humorista ante su decisión de acudir el velatorio. Sin embargo, ahora su descendiente, Paco Arévalo, ha tomado una decisión que afecta directamente a su hermana, Nuria Arévalo, que padece Síndrome de Williams.
Semanas después del fallecimiento de Arévalo, su hijo Paco ha tomado el relevo de 'portavoz' de la familia y ha desvelado que, entre sus planes más recientes, está "empezar a trabajar en una empresa relacionada con la seguridad". Unas declaraciones que vienen consigo la intención de que su hermana Nuria, que padece Síndrome de Williams, ingrese "en un centro de día", tal y como ha explicado en una entrevista en 'Pronto'.
Por su parte Ana, la hija de Paco y nieta del cómico, (que también ha salido a escena desde el fallecimiento de su abuelo) también se ha pronunciado sobre la firme decisión de su padre, al no poder hacerse cargo al cien por cien de su hermana. "Lo del centro de día es algo que está en trámite. Es una cosa que mi abuelo estaba gestionando en su día y ahora le toca a mi padre porque, lógicamente, él tiene que trabajar y no tiene todo el tiempo del mundo para estar con Nuria", ha declarado la joven en 'El Español'.
A pesar de que durante décadas hizo reír a varias generaciones de españoles, la vida del cómico fue tremendamente trágica. El humorista perdió a su mujer tras 52 años juntos y a dos de sus hijos. Además, tras su muerte, dejaba una hija aquejada de una severa discapacidad. Sobreviven al humorista sus otros dos hijos: Paco, que ha trabaja como actor y regidor y tiene una hija adolescente, y Nuria, que padece el Síndrome de Williams. La hija del humorista sufre anomalías cardíacas, cognitivas, del desarrollo y del tejido conectivo. Totalmente dependiente pierde a su padre, con el que convivía y adoraba. Por si fuera poco, en 2020 Nuria tuvo que luchar contra un cáncer que parece estar controlado.