El perfil social de Tomás Páramo ha cambiado radicalmente en los últimos meses. El influencer rompía hace un tiempo con todas las campañas y mensajes publicitarios con los que no se sintiera realmente identificado. Dejó atrás la importancia de la imagen de cara al público y comenzaba a centrarse en lo que de verdad importaba: su familia y, sobre todo, su salud mental. El madrileño siempre ha reconocido lo afortunado que se siente al poder llegada cada día a más de cuatrocientos mil seguidores. Sin embargo, este altavoz dejó de usarlo con fines comerciales (con algunas excepciones) para abrirse en canal y contar qué había realmente detrás de su cámara del móvil cuando dejaba de grabar. Una vez más, pero como nunca, el marido de María García de Jaime se ha mostrado sin máscaras en su cuenta de Instagram en donde ha hablado, como nunca, sobre su salud mental.
En plena mudanza a su nuevo hogar, Páramo ha hecho una pequeña pausa de sus quehaceres diarios para conversar con sus cuatrocientos mil followers. Si por algo se caracteriza el empresario madrileño es por la cercanía con la que siempre se ha mostrado. Fiel a su estilo a la hora de comunicar, el creador de contenidos ha hablado como nunca sobre los altibajos que tiene en cuanto a su salud mental. Aunque no es la primera vez que el influencer habla sobre ello, sí que ha querido profundizar más sobre el asunto.
"El pasado mes de julio empecé a encontrarme muy mal. Sentía un vacío súper profundo y constantemente me preguntaba si realmente me hacía feliz la vida que me rodeaba. Llegó el mes de agosto y, estando en Tarifa, empecé a sentir una tristeza como hacía tiempo que no sentía", ha comenzado relatando a través de sus stories de Instagram.
En este duro testimonio, Páramo ha reconocido que, "nada le llenaba" y volvió a experimentar "sensaciones que creía haber curado ya": "El fantasma de la depresión llamaba de nuevo a la puerta y la idea me rompió aún más por dentro". Sin embargo Tomás, lejos de regocijarse en el sufrimiento, decidía pedir ayuda. "En septiembre volví a la medicación. Medicarse (bajo prescripción médica) no es ningún problema", ha reconocido.
Desde que se convirtieran en una conocida pareja, Tomás y María nunca han querido ocultar que, como cualquier matrimonio, pasan altibajos. A pesar de una vida de fama, lujos y viajes, siempre han tenido los pies en la tierra y son muy conscientes de que, todo lo que tienen, es gracias a su trabajo. Tras unos años inmersos en su marca de ropa, los jóvenes decidían tomar un respiro tras ser padres de su tercer hijo en común, Federico, y volar a Perú para pasar unos días el uno con el otro.
Páramo y García nos hicieron partícipes de un idílico viaje que, aunque a priori parecía una recarga de batería para ambos no fue así, tal y como ha contado el joven. "Tras nuestro viaje a Perú, toque de nuevo un fondo en el cuál pensé que nunca volvería a estar. Han sido meses muy duros, donde pese a mi sonrisa, lo he pasado francamente mal. Donde he hecho sufrir a la gente que quiero (...) Sin embargo, me he sentido plenamente amado que me quiere", ha concluído contando que, desde enero, "recibe un tratamiento psicológico y espiritual".