María Pombo y Pablo Castellano acaban de estrenar la vivienda familiar que han construido en Santander, en el pueblo en el que se conocieron y donde la familia Pombo veranea desde hace años. El matrimonio ha hecho realidad una impresionante casa en la que comparte parcela con Marta, Lucía y sus padres, la otra parte de la familia que han hecho un proyecto común. "Gracias a que nos hemos juntado las tres familias, podemos tener este sueño, porque solos no podríamos afrontarlo ni de coña", explicó hace unas semanas Marta, la hermana mediana de las Pombo.
A pesar de que es "un sueño hecho realidad" para ellos, María no ha podido evitar las lágrimas al recordar los veranos que ha pasado en el Norte con sus primos. En la segunda parte de su documental, la pequeña de las Pombo visita la que fue la casa familiar durante años y llora al ver que ahora "está todo sin vida". En aquella casa conoció a Pablo, es donde "empezó todo" y ha confesado que su sueño, "realmente", era hacérsela con sus primos "y ahora ya nada".
Los millones de seguidores que alcanza en redes sociales saben desde hace años que la relación familiar de los Pombo ha sufrido algún bache. Era habitual que María Pombo publicase vídeos en su canal de Youtube junto a todos sus primos, algo que desapareció de maneral radical hace unos años. Por primera vez, la influencer ha dado los detalles de este conflicto en la segunda parte de su documental.
María ha dicho que este tema es "delicado" y que volver a esa casa y verla "vacía, como si fueran ruinas", le hizo emocionarse. "Mis primos siempre van a ser mi vida, por mucho que estemos separados. Les voy a querer siempre", ha asegurado. La influencer ha explicar que "las relaciones entre hermanos, siendo tantos, son difíciles" y que cree que su padre "siempre ha sufrido mucho" con este tema. "Y a mí me encantaría que hubiera solución. Nosotras siempre, cuando nos vemos, nos abrazos y estamos deseando que se pueda arreglar. Hemos vivido tantas cosas ahí que claro, volver y saber que no va a volver a pasar...", dice sin poder contener las lágrimas.
María dice que para las hermanas Pombo sus primos eran "muy importantes" y que les quiere muchísimo porque les consideraba sus hermanos. "Es como perder a una hermana. Mi primo Ignacio, mi primo Gonzalo, que son los más cercanos a nosotros, son los mejores niños del mundo. Les echo mucho de menos", ha terminado diciendo muy emocionada.