Isabel Gemio y su marido por aquel entonces, adoptaron hace casi tres décadas a su hijo Gustavo. Dos años después, tras muchas pruebas y cuando la pareja estaba esperando su segundo primogénito en 1999, recibieron la noticia de que el primero de ellos sufría una enfermedad incurable.
Poco después después de llevar a cabo los trámites de la adopción, Gustavo tuvo que someterse a unas pruebas rutinarias para confirmar que, a sus nueve meses de vida, todo su organismo se encontraba en perfecto funcionamiento. Sin embargo, desde aquel momento comenzaron un sinfín de análisis para el pequeño, que terminó siendo diagnosticado de distrofia muscular de Duchenne.
Ahora, durante una charla en el podcast ‘Drama Queens’ de Pilar Vidal, Isabel ha querido sincerarse acerca de cómo recibieron la noticia: "Creo que a veces los médicos son un poco brutos, que les falta un poco de psicología porque me dijeron que mi hijo tenía una distrofia muscular y que por lo general estos niños morían a los 15 años”, ha afirmado sobre el duro diagnóstico.
Es por ello que la periodista ha confesado que, tras escuchar las palabras del doctor, no supo cómo gestionar la enfermedad de su retoño, que a día de hoy tiene 27 años: “Me quedé en blanco". Y es que, tal y como ella misma ha contado, “no sabía nada de las enfermedades minoritarias”.
Además, Gemio ha confirmado que a su vez, y tras lo sucedido, a ella también le diagnosticaron una enfermedad de salud mental: “Yo disimulaba por el bien de mis hijos, además yo soy de guardarme las cosas y un psicólogo me dijo que tenía una depresión camuflada".
La presentadora se vio obligada a buscar apoyo profesional, así como personal por parte de su pareja y sus amigos. Sin embargo, nunca recurrió a la ayuda de su madre: “La pobrecita sufría muchísimo y no quise trasladarle todo eso, ni quise adelantarle lo que venía… Afortunadamente, se murió antes de saber lo que le esperaba a su nieto".
En el año 2008, Isabel fundó la fundación que lleva su nombre y cuyo objetivo es la investigación de Enfermedades Neuromusculares, Distrofias Musculares y otras Enfermedades Raras, así como la concienciación sobre el impacto que tienen en los familiares de los afectados. La iniciativa nació tras descubrir Gemio cómo la falta de recursos y visibilidad impedían una mejora en el tratamiento de afecciones como la de su primogénito.
También en 2018 publicó su libro 'Mi hijo, mi maestro', donde se abrió por primera vez acerca de la historia de su familia.