Tras más de dos meses en Supervivientes, Javier Ungría ha regresado a España. El que fue marido de Elena Tablada comentó nada más aterrizar que todavía estaba "situándose y ubicándose" después de más de 70 días "como un salvaje". En las primeras horas en su país, el empresario pudo reencontrarse con su gente, que le recibió en plató y le dio la bienvenida de forma cariñosa en su casa. "No os podíais imaginar cuánto les he echado de menos y cuanta falta me hacían estos abrazos", aseguró 48 horas después de aterrizar en Madrid.
Ahora, Ungría ha retomado su contacto con las redes sociales y ha explicado que está empezando a "actualizarse tecnológicamente". "Me está costando bastante más de lo espero, pero estoy en ello. Prometo contestar a todas las llamadas y mensajes aunque pido un pelín de paciencia", comentaba a través de su cuenta de Instagram.
El empresario ha comentado que sentía la necesidad de mostrar la cara que se le estaba quedando al leer "la infinidad de mensajes de cariño y apoyo" que ha recibido y sigue recibiendo. "No doy crédito y no sé si lo merezco, pero gracias de corazón. No sabéis lo que llena, alegra y reconforta", ha asegurado junto a una fotografía con cara de sorprendido.
En esta carta que ha compartido a través de sus redes, Ungría ha aprovechado para darle las gracias a su madre por la defensa pública que ha hecho de él "de una manera tan soberbia y elegante". También a sus hermanos, por cuidarle y quererle tanto en la distancia "de una manera tan incondicional". Y, además, el empresario ha contado cómo ha sido el reencuentro con su hija Camila, a la que vio de nuevo en la tarde de este jueves a la salida del colegio. "Eso sí, disculpadme pero este fin de semana lo dedicaré íntegramente a la mujer de mi vida, que me llenó el alma ayer con sus abrazos, besos, miradas y arrumacos a la salida del cole ¡Qué pasada!", ha comentado.
El mismo día que Javier regresaba a España, la revista Semana publicó una entrevista de Elena Tablada en la que aseguraba no ser una "cazafortunas", algo de lo que se le ha tachado desde que se convirtió en un rostro conocido. La diseñadora explicó que es "más bien al contrario", quizá porque su familia ha tenido "mucho dinero" y se lo dio todo, por eso considera que nunca le di al dinero "el valor que realmente tenía". "Si estuviese buscando a alguien, que no es el caso, sería alguien con una comodidad económica. No para que me dé nada a mí misma, sino para que no me quite lo mío ni lo de mis hijas, como sucedió en esta experiencia pasada", comentó haciendo referencia a su relación con el empresario, con quién se encuentra actualmente en una guerra judicial por la custodia de Camila, la hija que tienen en común.