Sergio Ramos ha confirmado este martes su marcha del Sevilla Fútbol Club, solo una temporada después de haber fichado por el club y tras siete meses “muy duros emocionalmente y muy exigentes pero tratando de dar la mejor versión”. En su despedida en una rueda de prensa en el Ramón Sánchez Pizjuán, el futbolista ha dedicado unas palabras a la afición bajo la atenta mirada de algunos familiares aunque con la ausencia de Pilar Rubio
"Cuando uno se va de casa, no es una decisión que se tome pronto, todo lo contrario. Es una decisión que he tomado a nivel personal, a nivel familiar, por eso requería también un mínimo de tiempo para dar el paso”, ha afirmado acerca de su determinación.
Entre sus destinos se barajarían Arabia Saudí o Miami, siendo su excompañero David Beckham el propietario del Inter de Miami MSL y Leo Messi su último fichaje estrella. Sin embargo, ha recalcado que se va “sin hablar de dinero”, del mismo modo que cuando llegó: “Nos daban la opción de seguir con un contrato vitalicio y siempre lo he tenido presente", ha expresado.
Junto a él han estado su hermano, René, y su padre, José María. Entre las grandes ausencias, ha llamado la atención la de Pilar Rubio, así como la de sus hijos, de quienes se desconoce el porqué de su falta en el emotivo adiós. Ha sido a todos ellos a los que Sergio ha querido dedicar unas palabras y agradecer su “apoyo eterno” a lo largo de su trayectoria profesional.
“Con lágrimas de emoción en los ojos, me despido del sevillismo con lágrimas de gratitud. Gracias al club, a los compañeros, técnicos y empleados por esta temporada. Gracias a mi familia, mi apoyo eterno, y gracias, especialmente, a la afición del Sevilla FC, que supo disculpar mis errores y que me ha dado todo ese cariño que no se puede describir con palabras”, ha señalado en el comunicado emitido a través de sus redes sociales.
Ha sido en el mismo escrito donde ha confirmado que firmó con el equipo “movido por dos ilusiones”. La primera de ellas, la de “rendirle un homenaje a Antonio Puerta, a José Antonio Reyes, a sus abuelos y a su padre” y la segunda, “demostrar su sevillismo dejándose la vida sobre el campo para ayudar al equipo en una situación delicada”. Ahora, en sus últimos instantes con el club, afirma haber cumplido.