El pasado 15 de agosto, la muerte de Juan Carlos Rojas volvió a sacudir a la familia de Norma Duval. El mayor de los tres hijos de su hermana Carla - fallecida en 2010 por un cáncer de útero - murió a los 36 años y dos meses después de ser padre. Según contó el entorno cercano a la revista ¡HOLA!, el sobrino de la vedette "decidió irse" tras una depresión que atravesaba desde la muerte de su madre y que se habría acentuado en los últimos años.
La propia Norma utilizó sus redes sociales para contar que se les partía el corazón al pesar que ya no estará entre ellos. "Nos dejas un bebé precioso igualito a ti, el mejor legado. Esperamos que hayas encontrado la paz eterna junto a tus padres. Tu familia te quiere y te querrá siempre", escribió la vedette. También se despidieron públicamente de él sus hermanas, Paula y Andrea, que tienen 25 años. "Siempre, siempre, siempre", escribió una de ellas en su cuenta de Instagram junto a una fotografía de los tres juntos.
A raíz de la muerte de su hermana en 2010, Norma decidió hacerse cargo de sus sobrinos como si fuesen sus propios hijos. La actriz ha sido madre en tres ocasiones, las tres fruto de su matrimonio con Marc Ostarcevic, su primer marido. Marc Iván, Yelko y Christian cumplen este año cuarenta, treinta y ocho y treinta años, y están alejados de los medios y centrados en sus caminos empresariales. Hace tan solo unas semanas, la actriz posaba en la revista ¡HOLA! con sus dos nietos, Izan y Valentina, de once y dos años. El mayor es hijo de Marc y la pequeña lo es de Yelko.
Sin embargo, su etapa de madre y abuela no ha terminado ahí. Con la pérdida de Carla, Norma se encargó de sus tres sobrinos: Juan Carlos, Paula y Andrea. El mayor, que perdió la vida hace unos días, fue padre también hace dos meses, convirtiendo así a Norma de nuevo en abuela. "Como Carla ya no está con nosotros voy a ejercer yo de 'nona'", contó ella misma en unas declaraciones hace unas semanas.
Paula y Andrea han vivido en la casa familiar de La Moraleja hasta que decidieron ser independientes. Según publica Vanitatis, actualmente viven en un piso que compró Norma Duval, como hizo con el resto de sus hijos. "A todos les he dado las herramientas para que se valgan por sí mismos y, la verdad, no tengo queja", comentó en unas declaraciones al medio citado. Además de la muerte de su madre y de sus abuelos, en 2016 las sobrinas de Norma se enfrentaron a la muerte de su padre. A todo ese drama familiar se sumaba la pasada semana la pérdida de su hermano mayor, que era hijo del empresario mexicano, Manuel Rojas, con el que su madre mantuvo una relación años antes de conocer a Santiago Paredes, padre de las chicas.
La vedette comentó también que con sus sobrinas, en su crianza, nunca ha tenido problemas y se desarrollaron "como es natural", con alguna "oposición" a sus decisiones a lo que no da importancia. "Han pasado mucho, pero lo único que puedo decir es que son unas niñas estupendas, responsables y muy cariñosas", aseguró hace tiempo. Norma decidió darles a todos la misma educación, por eso Paula y Andrea también se formaron en un colegio bilingüe. Según el medio citado, las dos trabajan como azafatas en una compañía aérea.