Miguel Torres y Paula Echevarría se conocieron en 2010, durante el rodaje del videoclip de ‘A contracorriente’, una de las canciones más relevantes de David Bustamante, quien por aquel entonces mantenía una relación con la actriz. Por ello, la historia de amor entre los dos primeros tuvo que esperar hasta siete años después, cuando el destino les volvió a unir.
Aunque los comienzos de su romance fueron discretos, en el año 2020 ambos anunciaban que iban a convertirse en padres de su primer hijo en común, Miki, y el segundo de la modelo, que ya había dado la bienvenida en 2008 a su primogénita con el cantante, Daniella. Ahora, Torres se ha sincerado acerca de sus rutinas junto a su pareja, así como el papel de esta como madre.
Este jueves ha tenido lugar en el restaurante Zalacaín de La Finca, en Madrid, el evento con el que Tacha Beauty ha celebrado los 30 años desde su inauguración. Con motivo de la fecha especial, son muchos los rostros reconocidos que han querido desplazarse hasta el recinto ubicado en Pozuelo de Alarcón para festejar los logros que Natalia de la Vega, fundadora y directora de los pioneros centros de estética, ha conseguido a lo largo de tres décadas.
Uno de los que ha posado en la alfombra roja ha sido Miguel, aunque lo ha hecho sin la compañía de Paula, quien tenía previsto acudir al acto pero finalmente no ha podido debido al retraso que ha sufrido el vuelo que iba a trasladarle desde las Islas Canarias hasta la capital. A pesar de ello, el exfutbolista ha tenido muy presente a su compañera de vida, de quien ha reconocido que en casa, en cuanto a su faceta como madre, es “una buena referente” sobre todo en lo que a la belleza se refiere hacia Daniella, que a día de hoy tiene 16 años y con quien ya comparte algún que otro truco. Unos cuidados que, por el momento, su hijo Miki no ha demandado ya que “las niñas son más presumidas”.
En el mismo lugar, Torres ha querido hablar sobre las diferentes rutinas que lleva a cabo en su día a día y que, tal y como ha desvelado, no comparte con Echevarría: “Somos bastante diferentes. A ella le gusta el deporte de una manera, a mí de otra. Ella come de una manera, yo de otra… Excepto que luego encontramos nuestro nexo de unión”, ha explicado el que ha confesado que durante su infancia “no era tan presumido” ya que estaba siempre “jugando al fútbol, con heridas y sucio”, aunque con la edad “quiere verse bien”.
Sin embargo, a nivel de tratamientos ha señalado que es su pareja, a quien define como "muy camaleónica", la que “prueba muchas cosas” y posteriormente se las recomienda, teniendo en cuenta su “problema de rosácea y sus manchas en la cara”.