Leire Martínez habla por primera vez de su herida de abandono en la infancia: "Fui a Servicios Sociales"

Leire Martínez se ha sentado con la psicóloga Andrea Vicente en 'Me quedo conmigo', el formato de mtmad, para hablar por primera vez de las heridas de su pasado que le han impedido durante años poner límites en sus relaciones personales. La que fue vocalista de 'La Oreja de Van Gogh' se ha abierto sobre su dolorosa infancia, contado por primera vez cómo vivió la tormentosa separación de sus padres cuando ella tenía cinco años. "Con mis padres había más miedo, con mis parejas no sabía cómo hacerlo, pensaba que si me pronunciaba se acababa mi relación", dice sobre su complicaciones para poner límites.

La artista ha recordado en este primer capítulo de 'Me quedo conmigo' que vivió "una custodia esquizofrénica" y que, aunque veía a su padre algunos días alternos a la semana, dormía y vivía de manera permanente con su madre en la que fue la casa familiar. Recuerda preguntar sobre los motivos de la separación, pero nunca le explicaron lo que había ocurrido entre ellos. "Siempre me quedó muy claro que mi madre fue la que quiso dar el paso y crecí pensando que mi padre era una persona débil a la que había que proteger. Yo era su cuidadora cuando no me correspondía", ha contado sobre su infancia.

Leire relaciona algunas de sus heridas del pasado con la sensación de querer contentar siempre a sus padres y no conseguirlo. "Es verdad que ha habido momentos en los que no se han sentido apoyados y me lo han echado en cara, para mí ha sido muy duro. He sentido decepción en el momento en el que ubiqué a mis padres en el lugar de adultos imperfectos. Pensaba que eran de una manera y luego era una persona distinta. De hecho sigo sin saber quién es mi padre. No tengo relación", ha confesado abiertamente en esta sesión con la psicóloga Andrea Vicente.

La familia de su barrio que le salvó la vida tras romper sus lazos familiares

De los cuatro a los nueve años, Leire Martínez vivió con su madre porque así lo decidieron los dos adultos. De los 9 a los 13 pasó a vivir con su padre y en ese momento tuvieron que hacer una revisión de la custodia y que fuese ella quien eligiese con quién quería vivir a partir de esa edad. "Con mi padre volví a sentir que tenía otra familia porque tenía otra relación y había nacido mi hermano. Mi madre se enfadó conmigo mucho. Sufrí mucho, yo no comprendía. Me obligaron ellos a eso", recuerda la cantante.

Vivió entonces en esa nueva familia y contaba con un hermano y la pareja de su padre, que se convirtió en una segunda madre para ella y la persona con la que tiene relación a día de hoy. Si embargo, cuando se deteriora la relación, Leire tiene que irse de casa a los 17 años. "Empecé a perder peso, entré en depresión. Fui a Servicios Sociales y como no tenía signos evidentes de sufrimiento no podían hacer nada. Me contó que una familia del barrio había tenido trillizos y necesitaba alguien que les ayudase en casa. Los niños me dieron tanto amor sin pedírselo... Me abrazaban y me besaban a diario, fue el comienzo de mi curación", ha recordado la artista sobre cómo fue aquel cambio de vida.

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