En noviembre de 2023, Jota Peleteiro y Jessica Bueno hacían oficial el fin de su relación después de una década juntos. Tras su ruptura, el futbolista protagonizaba un idilio con Miriam Cruz y posteriormente, veía nacer su historia de amor con Ajla Etemovic. Es con esta última con quien pasaba por el altar el pasado mes de julio en Arabia Saudí, solo ocho meses después del comienzo de su romance y cuatro antes de dar la bienvenida al mundo a su primer hijo en común, de quien ahora han mostrado cómo ha crecido.

El 1 de noviembre de 2024, Jota anunciaba a través de sus redes sociales el nacimiento de su tercer hijo, el primero en común con Ajla: “Bienvenido. Mansour Malik Peleteiro. Que Alá te bendiga, mi hijo”, añadía junto a una fotografía en la que mostraba los pies de recién nacido. Desde su llegada al mundo, la pareja ha mostrado en contadas ocasiones a su descendiente de forma pública, sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando han mostrado el rostro del pequeño.

En esta ocasión ha sido Etemovic, que ahora ha adquirido el apellido de su marido tras su boda, quien ha compartido en su perfil de Instagram una fotografía junto al de dos meses que, con los ojos abiertos y pendientes de la cámara, ha posado ante ella con un body marrón a conjunto con las botas y algunos detalles de la vestimenta de su madre en su primera aparición de forma pública con la cara descubierta.

En la instantánea, además, aparece también Zayn, fruto de una relación anterior de su progenitora y quien, del mismo modo, lleva tonalidades similares a las de sus familiares aunque en su caso con ropa tradicional del país en el que residen.

“Team (Equipo)”, ha escrito la modelo junto a la imagen, que no ha tardado en acumular decenas de comentarios de los usuarios que han recalcado lo “preciosos y guapos” que están los niños y lo mucho que ha crecido el menor de ellos.

Hace casi un año, Jota sorprendía convirtiéndose al Islam. Tras el nacimiento de su tercer hijo, el futbolista anunciaba su nombre compuesto y de raíces árabes, Mansour-Malik. En el caso del primero, deriva de 'nasr' que significa 'victoria'. En el del segundo, representa la autoridad y poder de un ‘rey’. 

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