Hace unos días, se celebraba en Jerez de la Frontera la presentación del centro cultural Lola Flores II, un evento que reunió a buena parte del clan de las Flores. Las hijas de Lola Flores, Lolita y Rosario, estuvieron acompañadas de Guillermo Furiase, el hijo pequeño de Lolita, y de Alba Flores, la hija del hermano fallecido de las artistas, Antonio Flores. Este museo homónimo está dedicado a la familia de ‘La Farona’ y en él estarán parte de las reliquias e historia personal de la artista, así como la de su marido, Antonio González 'El Pescaílla'.
La presentación fue un acontecimiento de lo más emotivo con Lolita y Rosario visiblemente emocionadas y las palabras que Alba Flores dedicó a su padre, en las que explicaba porqué era necesario la apertura de este museo. Después de acudir al museo, las hermanas Flores aprovecharon su visita a Jerez de la Frontera para reunirse con algunos amigos cercanos y celebrar una gran fiesta.
Entre los invitados a la reunión flamenca estuvieron Eugenia Martínez de Irujo, Antonio Carmona y, por supuesto, Mariola Orellana, mujer del cantante y socia de Rosario en la tienda de ropa ‘vintage’ que tienen en común. El arte flamenco corría por todos y cada uno de los allí presentes y eso se hizo evidente cuando formaron un corro y dejaron en medio una pista de baile, fue entonces cuando empezaron los cantes, los palmeos y los bailes flamencos. Uno de los que se ‘arrancó’ a bailar fue Antonio Carmona, el intérprete de ‘Para que tú no llores’ demostró su talento y fue aplaudido por todos los invitados.
Pero, sin duda alguna, el momentazo lo protagonizaron Pedro Antonio Lazaga y Lolita Flores. El hijo pequeño de Rosario Flores enfundado en una americana blanca y un pantalón negro saltó a la pista de baile para sacar a la hermana de su madre a bailar. Lolita taconeó mientras su sobrino le tocaba las palmas para terminar fundidos en un abrazo bajo la atenta mirada de Rosario que permanecía en un lateral del corro. Puedes ver cómo fue la celebración en el vídeo que encabeza la noticia.
La protagonista de ‘La casa de papel’ tenía apenas diez años cuando falleció la intérprete de ‘Ay pena, penita, pena’ y unos días después lo hacía su padre, Antonio Flores. Para Alba, su padre ha estado siempre muy presente a lo largo de todos estos años en su vida y aprovechando que se estaba rindiendo un homenaje a su familia con la apertura del museo quiso dedicarle unas palabras a su progenitor: “Desde la música y desde nuestro arte, como que la familia siempre ha estado muy dedicada siempre al público y que demandaba la gente, sobre todo, por la parte que me toca a mí, que es mi padre, creo que si que la gente necesitaba un lugar donde ir a celebrar que mi padre existió". Aunque al principio no entendió la apertura de este museo para su familia, finalmente entendió que son una “familia de artistas” y que la gente se merecía tener un lugar al que ir a verlos.
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