Felipe Bergoglio, sobrino del papa Francisco, que continúa ingresado en el hospital, ha capturado la atención del mundo del fútbol con tan solo 20 años. Nacido en Córdoba, Argentina, ha marcado su camino en el deporte como defensa en el Castiglione 1919, un club de la región de la Toscana, Italia. A pesar de su parentesco con una de las figuras más reconocidas a nivel mundial, no se deja llevar por la fama de su apellido y se concentra en forjar su propio destino en el fútbol.
Felipe llegó a Italia en agosto de 2023 con su familiade que su padre, Matías, estableciera contactos con un entrenador en Misano Adriático. La mudanza representó un desafío importante para el joven futbolista, quien había crecido en Córdoba, la ciudad donde su abuelo, Jorge Bergoglio, vivió varios años.
Aunque en sus inicios se enfrentó a la barrera del idioma y las diferencias culturales, el sobrino del sumo pontífice se ha adaptado rápidamente a su nuevo hogar, sumando valiosas experiencias en el campeonato de Promoción Romagna con su equipo anterior, donde jugó 22 partidos.
El apellido Bergoglio tiene un peso significativo en la vida de Felipe. Su abuelo, Jorge Bergoglio, es primo directo de Francisco, lo que establece una conexión única entre el joven futbolista y el pontífice, a quien sin embargo aun no ha tenido la oportunidad de conocer en persona. A pesar de su corta edad en el momento en el que Jorge Mario Bergoglio fue nombrado Papa en 2013, las celebraciones en su hogar marcaron su memoria y cimentaron una relación especial con la figura religiosa.
Felipe asegura que su fe es una parte importante de su vida cotidiana, y su vínculo con su tío no es solo una curiosidad familiar. De hecho, el joven contó en una entrevista con 'Il Messaggero' que en su equipo, los compañeros a menudo le piden bendiciones antes de los partidos o cuando se lesionan, un gesto que el joven futbolista recibe con naturalidad y humildad.
Felipe comparte su pasión por el deporte con otros miembros de su familia. Su hermana Clara, de 18 años, también ha sido testigo del impacto que el fútbol y su apellido tienen en la vida de la familia Bergoglio, que aunque aun no ha viajado a Roma para conocer al Papa tiene planes de ello en marcha. El clan del futbolista incluye además a sus hermanos mayores, Mateo y Benjamín, en quienes también resalta la importancia de la fe y la unidad familiar en su vida.
Desde su paso por la cantera del Club Social y Deportivo Lasallano en Argentina hasta su llegada a Italia, Felipe ha recorrido un largo camino con esfuerzo y dedicación en el que ha estado acompañado por la fe y sus seres más queridos, que juegan un papel esencial dentro y fuera del campo.
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