Mark Vanderloo vuelve a estar en el punto de mira en nuestro país por su participación en un concurso culinario. El modelo neerlandés fue durante años uno de los rostros más famosos a nivel internacional. De hecho, fue el primer supermodelo masculino de la historia, aunque en nuestro país era especialmente conocido por su matrimonio con la top Esther Cañadas, nuestra modelo más internacional. Tras su divorcio le perdimos la pista, aunque siguió protagonizando algunas de las campañas publicitarias más exitosas de la década de los 90. Ahora redescubrimos el lado más íntimo de Mark Vanderloo y su actual vida con su mujer y sus hijos.
Mark Vanderloo nación en Waddinxveen (Países Bajos) en 1968. El que fuera, posiblemente, el modelo más famoso de la década de los 90 y parte de los 2000, estudió Historia del Arte en la Universidad de Ámsterdam y consiguió la licenciatura en 1999. Pero su carrera como modelo ya había despegado y estaba encaminada al éxito.
Y es que Vanderloo ha desfilado en las pasarelas más famosas del mundo, como Milán, Nueva York o París, y ha protagonizado las campañas publicitarias de diseñadores tan prestigiosos como Hugo Boss, Calvin Klein, Armani, Valentino o Donna Karan. La campaña para Karan acompañado de Esther Cañadas los posicionó como la pareja más deseada y exitosa del momento. Su participación como rostro visible de las campañas de Peugeot también alimentaban la imagen de sex symbol que le ha acompañado desde entonces.
Eran, a vista de todos, la pareja perfecta. Así lo creyó Donna Karan cuando les eligió, en 1997, para protagonizar la campaña de su perfume DKNY The Fragance. Vanderloo y Cañadas alcanzaron un éxito sin precedentes recorriendo las calles de Nueva York para promocionar el perfume y su enamoramiento fue la guinda del pastel. Tras dos años de relación se dieron el “sí, quiero” en la Toscana italiana.
Ellá tenía 22 años y él 31, y la revista “¡Hola!”, de la que fueron portada, resumió así el gran evento: “La modelo más espectacular de España se casó con el chico más guapo del mundo”. Poco más que añadir para entender que ambos estuvieran constantemente en el foco del mundo de la moda y de la prensa del corazón.
Mark Vanderloo llegó a convertirse al catolicismo para poder casarse con Cañadas, y ambos se dedicaban públicamente las palabras más bonitas. Pero no pudo ser y al cabo de un año decidieron separarse covirtiéndose en uno de los matrimonios más breves del universo celeb. Para algunos, su relación fue solo una cuestión de marketing, aunque la mayoría optó por creer en el amor sincero y en que, a pesar de las buenas intenciones, no era tan descabellado que ambos pusieran fin a su matrimonio, por suerte de manera amistosa. Lo que sí se ha podido comprobar es que a día de hoy, y a pesar de los años transcurridos, mantienen una excelente relación.
Aunque su presencia en nuestro país fue desapareciendo tras el divorcio, Mark Vanderloo continúo con su exitosa carrera como modelo. Volvió a enamorarse, en esta ocasión de la modelo y empresaria Robine Van der Meer, muy conocida en la televisión holandesa por su trabajo como actriz y presentadora. Con ella tiene dos hijos, Emma y Mark, y pasaron por el altar en 2011.
La boda, de aire hippy, se celebró en una playa de la isla de Formentera, ya que la pareja pasa largas temporadas en las Baleares. Sus hijos, que entonces tenían 7 y 5 años, fueron los encargados de llevar las arras. Los novios vistieron de blanco, descalzos, y los únicos adornos que hubo fueron unos globos blancos. La pareja continúa muy unida a día de hoy y Mark vive volcado en su familia y en su trabajo, en el que ahora se incluyen los negocios inmobiliarios.
Tanto Emma como Mark han querido seguir los pasos de su padre en el mundo de la moda. En el caso de Mark Jr. el éxito parece acompañarle, ya que desde los 14 años está vinculado a la agencia Sight, la misma a la que pertenecen modelos de la talla de Andrés Velencoso, y ha desfilado para firmas como Versace, Giorgio Armani o Ralph Lauren. También ha participado en diferentes sesiones fotográficas junto a su padre, con quien guarda un asombroso parecido.
Emma, por su parte, también ha desfilado para Victoria Cimadevilla o Ágatha Ruiz de la Prada, aunque su debilidad por el mundo artístico y creativo la lleva a tener una amplia mirada. Además de modelaje, estudia interpretación y una de sus experiencias formativas más importantes ha sido en el Lee Strasberg Theatre & Film Institute en Nueva York.
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