Tras tres meses en Miami, la madre de Elena Tablada reaparecía este domingo 23 de febrero en el desfile que el diseñador Fernández ha hecho en el Teatro Barceló para poner el broche de oro a la Semana de la Moda de Madrid. La madre de la diseñadora contaba que está "relajada" y feliz de cuidar de sus nietos. Al preguntarle por la situación actual entre su hija y Javier Ungría, padre de la pequeña Camila, Elena confesaba que para ella es "como si hubiera pasado nada" porque considera que son cosas de ellos y que ellos "se arreglen". "Ahora están las cosas tranquilas", comentaba.

Tablada madre asegura que Javier es "buenísimo" y que a ella le cae "muy bien". "Elena no dice nada, yo me enteré de milagro. Yo no tengo que hablar de Javier. Ahora mismo pensábamos que íbamos a ir a verle, está con la niña y no va al restaurante. Para mí es muy buen padre. Yo no quiero más líos, ahora que nos llevamos bien todos", comentaba a los micrófonos de Europa Press.

Como abuela, Elena Tablada asegura que tiene que tratar de que "todo sea bueno" y ha hablado de la relación que mantiene también con David Bisbal, padre de Ella, la hija mayor de Tablada. "Yo vivo feliz. Bisbal también, los dos. Tienen cada uno lo suyo pero para mí son todos buenos. Mientras a mis nietas las quieran, yo feliz con ellos. Yo me llevo muy bien con Javier, con David y con todos. Yo me llevo bien con todo el mundo, con Bisbal, con la mujer, con la madre y con todo el mundo", repetía tras la pregunta del compañero.

Hace unos meses, Elena Tablada decidía dar un paso adelante y hablar en profundidad sobre su vida personal en una docuserie para mtmad, 'Me quedo conmigo'. Además de tratar en profundidad su relación con David Bisbal y con Javier Ungría, la diseñadora destapó las diferencias que siempre había tenido con su madre. Tablada explicó a lo largo de la docuserie que los problemas no se hablaban y que para su madre "nunca" está en posesión de la verdad.

Por eso, la diseñadora decidió "poner un poco de distancia", admitiendo haber estado tres meses sin hablar con ella mientras era una veinteañera. También comentó que consideraba que su madre se había metido mucho en sus relaciones y que no le gustaba que siguiese hablando con sus exparejas, ya que pensaba que les defendía más a ellos que a su propia hija. Finalmente se reconciliaron en público y Elena confesó que, con "sus luces y sus sombras", no cambia a su familia "por nada del mundo".

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