El pasado fin de semana, salía a la luz que Jessica Bueno y Luitingo se habían dejado de seguir mutuamente en redes sociales. Un movimiento extraño que empezó a generar dudas sobre su estado sentimental. El programa 'Fiesta' dio por segura la ruptura de la pareja tras un año de relación, y los propios protagonistas acabarían por confirmarlo horas después, con la modelo entre lágrimas en Instagram. Han sido días complicados para ella, en los que no solo ha tenido que hacer frente al fin de su historia de amor, sino que también se ha despedido temporalmente de algún apoyo importante, como su hijo mayor, Fran.

El fin del vínculo sentimental entre la modelo y el cantante ha pillado por sorpresa a sus seguidores y al papel cuché, habida cuenta de hace apenas unos días ambos celebraban San Valentín juntos. En los distintos textos que han compartido con las explicaciones de lo que ha ocurrido, han querido referirse a la suya como una relación "bonita", reconociendo que las "circunstancias" les han superado y que la decisión se tomó de mutuo acuerdo. Luitingo se ha visto obligado, de hecho, a incidir en todo ello, pidiendo que las críticas y rumores no "ensucien" lo que ambos han vivido.

Todo hacía indicar que Bueno se apoyaría, tras romper con el artista, en los suyos y, especialmente, en sus tres hijos. La sevillana ha formado una familia numerosa desde que saltase a la fama hace una década y media. Junto a Kiko Rivera tuvo en el año 2012 a Fran, su primogénito, y durante su matrimonio con Jota Peleteiro llegaron los dos pequeños: Jota Jr, en 2016 y el benjamín, Alejandro, en 2021. Los tres niños tienen actualmente doce, nueve y tres años, y es habitual que su madre los muestre en redes sociales.

Pero en un momento especialmente difícil, como ella misma ha narrado en sus redes, rompiéndose por completo tras su ruptura y lanzando varias preguntas al aire, Jessica ha tenido algunas ausencias entre esos apoyos fundamentales. Este miércoles, la sevillana revelaba en una historia de Instagram que se tenía que despedir de sus dos hijos pequeños ya que se iban a ir unos días de viaje, sin dar más detalles sobre una posible estancia de los menores con el futbolista. Finalmente, ella misma acababa aclarando que los niños se habían quedado con ella en Sevilla. De quien se ha tenido que despedir, al menos por unas horas, es de su hijo mayor.

Y esto tiene una explicación. Fran ha estado pasando tiempo con su padre en una semana difícil para su madre, pero por un motivo importante. El jueves de esta semana se produjo un importante encuentro en su familia paterna: Anabel Pantoja, de viaje actualmente en Andalucía con su pareja, David Rodríguez, y su hija, celebró una reunión con parientes y amigos para presentar a su hija, la pequeña Alma, de tres meses de edad, a todos aquellos que no habían podido conocerla. Uno de los invitados fue Kiko Rivera, que acudió con su actual pareja, Irene Rosales, y sus dos hijas en común, Ana y Carlota, pero también llevó a su primogénito. De hecho, su padre presumió, orgulloso, de su hijo mayor en una imagen con su prima, mostrando lo mucho que ha crecido.

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