La década de los noventa fue especialmente fructífera en lo que al surgimiento de caras conocidas se refiere. Rostros y nombres que, muchos años después, siguen en el imaginario colectivo. Es el caso de Mónica Pont. La barcelonesa se convirtió en una actriz y presentadora muy popular en dicha época, siendo habitual su presencia en series de televisión y programas de éxito, una proyección que derivó en un lógico interés en su vida personal por parte de la prensa del corazón. En los últimos años, Mónica ha tenido una menor presencia mediática por su vida en el extranjero, pero recientemente ha regresado a España tras una larga temporada fuera, y ha hablado de algunas cuestiones como el vínculo con su hijo, Javier Sagrera.
Debido a motivos profesionales, la catalana ha estado viviendo más de un lustro en México, una época en la que, en sus propias palabras, consiguió empezar de cero y encontrar un refugio. Ahora, la artista ha decidido volver a su país natal, haciendo frente en las últimas semanas a algunas noticias complicadas: por un lado, el fallecimiento de su querida perra, Duna, de quien se despedía en redes sociales; por otro, las declaraciones y acusaciones de su entorno tras conocerse la difícil situación que atraviesa su madre. Además, recientemente también se han desatado las especulaciones sobre una posible relación sentimental con el empresario Javier Moro.
En este contexto, Mónica ha atendido de nuevo un evento en nuestro país esta semana, atendiendo a los medios de comunicación. Lo ha hecho sin querer hacer demasiadas menciones a su vida privada. "Ya cometí en su día el horror y el error de hablar de mi vida privada y ya no quiero. Para eso me fui hace seis años, para romper con todo esto y para volver a partir de cero, volver a trabajar", ha asegurado a la agencia Europa Press, reconociendo que volverá a trabajar en teatro y que acaba de montar una productora.
Sí ha hecho, no obstante, una excepción para referirse a su hijo. Dentro de la discreción sobre su vida privada, es conocido el matrimonio que Pont mantuvo con Javier Sagrera, quien había sido su novio desde la juventud. Se casaron en 2002 y en 2007 llegó su complicado y mediático divorcio, con la actriz de 'Hostal Royal Manzanares' denunciando a su marido por presuntos malos tratos psicológicos. Fruto de dicha relación nació su único hijo, Javier, y cuando la también modelo tuvo que mudarse de Cataluña a Madrid tras haberse separado por trabajo, la justicia le quitó la custodia del por entonces menor. La estancia en México ha hecho, además, que madre e hijo pasen seis años separados físicamente.
Tras un tiempo en el que entendió que debía darle su espacio y que "luchar a veces era dejar de luchar", la aproximación entre ambos ha sido creciente en los últimos años. El regreso a España le ha permitido reencontrarse con él y que ambos vuelvan a pasar tiempo juntos. Javier tiene ya veintiún años y su madre ha mostrado en redes sociales junto a él. En su mencionada reaparición mediática de esta semana, la actriz hablaba de ello abiertamente y reconociendo que necesitaba que el mundo supiera que no había "sido una mala madre".
"Con lo mucho que me costó, ya no voy a volver a cometer errores, porque entonces no habría aprendido nada", ha reconocido sobre lo vivido en el pasado, dando cuenta, además, de cómo están las cosas entre ellos ahora. "En su día pasé por un proceso muy doloroso, que todos sabéis, que es lo de mi hijo. Ha vuelto a mí y ahora ya lo tengo, que eso es lo más importante".
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