Paz Padilla decía adiós de forma repentina a su hermano, Luis, el pasado mes de octubre, instante en el que fallecía a los cincuenta y siete años y mientras la presentadora se encontraba lejos de su tierra natal por sus compromisos profesionales. Su funeral tenía lugar entonces en Cádiz, concretamente en Zahara de los Atunes, donde era muy conocido por haber regentado durante once años un famoso chiringuito, 'El Trompeta Beach', que recibía su nombre del apodo con el que familiarmente se le conocía.

Ahora, cuando se cumple medio año desde la muerte del hermano de la cómica, ha sido esta, junto a su hija Anna, quien ha vuelto a poner en marcha el negocio para así poder venerar y mantener vivo el legado del que en más de una ocasión había definido como su “ojito derecho”.

Este domingo, 13 de abril, Paz y Anna han inaugurado una nueva etapa con la apertura de ‘El Trompeta’. Tras varios meses de reconstrucción del local, madre e hija han publicado un vídeo en el que han dejado a sus seguidores ser partícipes de la evolución del especial lugar para la familia y donde, del mismo modo, han explicado lo que está suponiendo para ellas el reto.

“El Trompeta, con su alegría y su forma de ser, hizo de este lugar un sitio mágico, el punto de encuentro para celebrar la vida y hoy reabre sus puertas con el único propósito de mantener ese legado. El camino hasta aquí has ido más bien agridulce en lo personal pero bueno, también en lo profesional. Pero somos de las que pensamos que las cosas que se hacen con el corazón siempre salen bien y así ha sido”, comienza relatando la menor de ambas en las imágenes que acompañan a su voz.

En las mismas, además, las dos han querido agradecer al “ejército de personas dispuestas a ayudar en todo lo que haga falta” que en las últimas semanas se han mantenido a su lado para poder levantar el chiringuito: “Eso es, sin duda, el mejor legado que nos ha dejado Luis. El tenernos los unos a los otros para lo bueno y para lo malo”, admiten las que aparecen brindando por el momento que “parecía que no iba a llegar nunca”.

La humorista, por su lado, ha añadido que para ella no se trata de “un negocio”, sino “un sueño, un legado, familia, amor y recuerdo”: “Va por ti, hermano, te quiero”, ha sentenciado emocionada la que, junto a su descendiente, espera que todo aquel que sea testigo de su aventura disfrute “de la vida como solo él sabía mientras ve el atardecer más mágico” en su rincón del mundo desde el que espera “estar a la altura”.

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