Todos los hijos de la Duquesa de Alba son conocidos por formar parte de la histórica familia a la que pertenecen, pero unos llevan una vida más discreta que otros. Cayetano Martínez de Irujo fue protagonista durante un tiempo por sus polémicas, Eugenia lo fue gracias a sus apariciones públicas y sus proyectos profesionales; Carlos por haber heredado el título que un día llevó su madre. Más desconocidos son los otros tres, Jacobo, Alfonso y Fernando.
Fernando Martínez de Irujo es el cuarto de los hermanos, uno de los que no ha tenido que afrontar el reto de heredar el título, con todo lo que ello conlleva, y tampoco es tan conocido como sus hermanos pequeños, lo que le permite disfrutar de una vida tranquila, sin tener que estar pendiente por despertar el interés de la prensa. También es el único que nunca se ha casado y uno de los más desconocidos.
Fernando nació en Madrid en 1959, es el cuarto de los hijos de Luis Martínez de Irujo y Cayetana Fitz-James Stuart, estudió Derecho en el CEU San Pablo y en enero de 1994 su madre le entregó el título de marqués de San Vicente del Barco. Siempre tuvo una relación muy cercana con su madre y también ha sabido mantenerse al margen de las grandes disputas entre sus hermanos, se le ha considerado en muchas ocasiones como el mediador para que ellos pudieran dirimir sus diferencias.
Cuando su madre repartió parte de su herencia en vida, con la intención de poder casarse con Alfonso Diez sin que nadie pudiera impedirlo, él heredó su residencia en Marbella, Las Cañas, un lugar en el que la familia pasó grandes veranos y que tiene un gran peso emocional para todos. Además de esta casa, que se supo que la alquilaba por 35.000 euros al mes, una decisión que había tomado tras consultarlo con sus hermanos, también heredó otras propiedades. Es consejero en la mayor parte de las empresas de los Alba, trabaja para el Grupo Santander y también gestiona la fundación del Patrimonio de la Casa de Alba.
En los conflictos familiares siempre se ha intentado mostrar conciliador, tendió una mano a Alfonso Diez y quiso mantener el vínculo con él tras la muerte de su madre, fue él quien le dijo que le quedaría una pensión, tal y como recogen en Mujer Hoy. Que se muestre comedido no quiere decir que nunca tome partido, por ejemplo, no dudó en secundar a su hermana cuando esta habló en Planeta Calleja de la relación de los hermanos con el segundo marido de su madre.
“No fue una buena persona con ninguno de nosotros. Mi madre tampoco facilitaba las cosas”, dijo en conversación con Vanitatis sobre Jesús Aguirre tras las declaraciones de su hermana. “Yo siempre he sido más conciliador en las situaciones complicadas. Jesús era un hombre retorcido y nosotros teníamos poco que hacer porque mi madre siempre le apoyaba”.
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