Este sábado, apenas seis días después de su fallecimiento y tras tres días de capilla ardiente en los que miles de personas han podido darle un último adiós, se celebra el funeral del papa Francisco. La Plaza de San Pedro, epicentro de la Ciudad del Vaticano, acogerá la despedida del pontífice tras doce años de papado en un acto que centrará la atención mediática internacional, oficiado por el cardenal Giovanni Battista Re y al que acude un largo número de personalidades y líderes mundiales. Una de las dudas con respecto al mismo tiene que ver con la presencia de la familia del papa. Esto es lo que se sabe al respecto a raíz de las declaraciones de uno de sus parientes, su sobrino Mauro, que finalmente ha conseguido ir.

Pese a los problemas de salud que había experimentado en las semanas previas, la mejora experimentada por el líder de la Iglesia católica provocó que la noticia de su fallecimiento el pasado lunes 21 de abril a los ochenta y ocho años y debido a un ictus cerebral fuese recibida con una cierta sorpresa. Es de hecho, lo que ha transmitido uno de los miembros del entorno familiar del pontífice que se ha pronunciado en público tras su muerte, su sobrino Mauro Bergoglio, hijo de Óscar, uno de sus hermanos, que ha calificado lo sucedido como algo “inesperado”.

El clan ha permanecido lejos del foco mediático en los años de liderazgo de Jorge Mario Bergoglio. Nacido en Buenos Aires de migrantes piamonteses, el que ha sido el primer papa de origen latinoamericano, había perdido ya hace algunos años tanto a sus padres, Mario José Bergoglio y Regina María Sívori, como a tres de sus cuatro hermanos, Alberto Horacio, Marta Regina, Óscar Adrián. La última, María Elena Bergoglio, es la única que todavía vive. Además, se conoce de la existencia de algunos de sus sobrinos, como el joven futbolista Jorge Bergoglio, de veinte años, así como otros como Ariel, José Ignacio o Mauro.

Este último ha hablado esta semana con un programa de la emisora W Radio. En sus declaraciones ha confirmado que se enteró de la noticia de la muerte de su tío por un periodista, y ha hablado de cómo era el vínculo que mantenían con él en los últimos años. Según su testimonio, nunca perdieron el contacto, aunque se escribían únicamente por correo electrónico y no consiguieron verse en persona, ni en El Vaticano ni en Argentina, en los doce años que Francisco estuvo al frente de la Santa Sede.

En la mencionada charla, así como en otra intervención televisiva en el canal A24, el sobrino del papa ha sido preguntado también sobre si la familia viajará a Roma para poder estar presente en el funeral, previsto para este sábado 26 de abril a las diez de la mañana. Mauro ha admitido que la cuestión económica lo complica en su caso y en el de otros miembros de la familia: "Estoy tratando de gestionar eso, no llego con la plata, es complicado, pero la verdad es que sí, me gustaría viajar y estoy intentando hacer lo imposible”, admitía.

Sobre si su familia pudo darle un último adiós al pontífice, también ha respondido en los medios de comunicación: “No nunca, no se puede, podemos. Yo estoy tratando de ir, a ver si puedo viajar”, relataba. Finalmente, sus peticiones en las mencionadas intrevenciones en los medios de comunicación han tenido respuesta y la historia termina con final feliz. Se ha conocido en la prensa latinoamericana que la empresaria de una agencia de viajes ha financiado los billetes para el sobrino del papa y un acompañante, por lo que, al menos él sí estará presente en el funeral junto a su mujer. "Me partió el alma escuchar que no podía viajar. Lo vi desamparado", ha indicado Rita Mattiello, dueña de la agencia.

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