Este sábado Claudia Ortiz Domecq (31) ha puesto el broche de oro a su historia de amor con el empresario José Entrecanales. Un día muy esperado y especial para la hija de Bertín Osborne, que se ha casado en Jerez de la Frontera en el mismo lugar en el que lo hicieran su padre y su difunta madre, Sandra Domecq, hace más de 30 años. Arropada por sus hermanas Alejandra (42) y Eugenia Osborne (34), pero también por Ana Cristina Portillo, fruto del segundo matrimonio de su madre con el empresario y también fotógrafo Fernando Portillo.
Aunque no sea hija de Bertín, Ana Cristina es para el cantante una más en la familia. Por supuesto, su presencia en el enlace era más que esperada y, aunque sea la más desconocida del clan Domecq, la joven ha tenido en la boda de su hermana un papel muy especial, pues ha sido la encargada de preparar a la novia de cara a su entrada en el templo religioso.
Ana Cristina Portillo soplaba las velas de su 28 cumpleaños a principios del pasado mes de septiembre. Recibió el nombre en honor a su abuela materna, la británica Ana Cristina Williams. Se quedó huérfana de madre a la corta edad de 11 años, sin embargo, el recuerdo de Sandra Domecq continúa muy presente en su día a día. En sus redes, las fotografías de la joven junto a ella son bastante frecuentes. Además, igual que el resto de sus hermanas, Ana Cristina lleva tatuado en su cuerpo el número 13, día en el que nació y murió su madre.
A pesar de la diferencia de edad con sus hermanas mayores, la joven mantiene una estrechísima relación con ellas. Las cuatro han trabajado juntas en infinitas ocasiones, llegando a protagonizar en familia importantes campañas de publicidad para algunas reconocidas firmas de ropa nacionales, como Hoss Intropia. La gama de perfumes de Carolina Herrera o la línea de moda flamenca de Lourdes Montes, mujer del torero Fran Rivera, son algunas de las marcas con las que ha trabajado ella sola.
Aunque en sus redes sociales se ha convertido en todo un referente en materia estilística por su impecable gusto para la moda, Ana Cristina no vive (al menos de forma exclusiva) de su faceta influencer. A los pocos años de perder a su madre, fue enviada al prestigioso internado británico Leonards Mayfield School, en el que también estudió la hija de la infanta Elena, Victoria Federica.
Después de dos años en Inglaterra, regresó a España para terminar sus estudios de secundaria en otro importante centro privado en Sevilla. Fue a la Universidad, donde estudió Administración y Dirección de Empresas en el Centro Universitario Villanueva y se marchó a Nueva York durante un año para hacer un curso en el Berkeley College, universidad privada especializada en negocios.
Su formación no terminó ahí y, a su regreso a España realizó varios masters, especializándose en estudios bursátiles y gestión de patrimonio. Su currículum pronto le permitió empezar a trabajar en banca, aunque en 2018 cambió de sector y empezó a trabajar en una empresa dedicada a servicios portuarios y logísticos de aduanas, donde trabaja en la actualidad.
Entre sus aficiones se encuentra viajar y recorrer el mundo. Pasión que estos últimos dos años se ha visto frenada por culpa de la pandemia, pero que no le ha impedido realizar alguna que otra escapada o bajar a Cádiz a disfrutar del verano con sus hermanas. El surf es otro de sus hobbies, así como la equitación, disciplina que practica desde niña. A Ana Cristina también se le dan bien las manualidades y la pintura, tal y como puede verse a través de sus redes sociales, donde no duda en compartir algunos de sus mejores trabajos.