Es la reina de los directos de Instagram. Y no por que lo digamos nosotros. Más de catorce mil personas se conectan cada tarde, a eso de las 18 horas, para charlar de la vida con Ana Milán. En estos tres meses de encierro, la actriz ha ido labrando una relación virtual con su "pandilla" en la que ha ido abriendo la puerta de su faceta más personal. Y en ella ocupa un papel importantísimo su hijo Marco.
Con él ha pasado la cuarentena, por lo que de vez en cuando, entre anécdota y anécdota, este joven al que pocos ponían cara iba saliendo en la conversación con sus fans. Más de una vez ha intervenido en ese aluvión de comentarios que recibe la intérprete a diario para animar a su madre a que cuente esa locura que le pasó en su día y por la que aún se siguen partiendo de risa cada vez que la recuerdan. ¡Incluso se disfrazó del niño de 'El Orfanato' para hacer un guiño a una de las historias míticas de la Milán! Sin embargo, una "polémica absurda" (como la define la propia Ana) le ha obligado a poner las cosas claras.
Hace unos días, un usuario anónimo de Twitter decidió indagar en las redes de Marco Morales García. En ellas, más allá de descubrir su pasión por el fútbol, donde juega como portero, esta persona decidió ir más allá y descubrir qué cuentas estaban entre sus seguidos. Y en la lista se encontraba Vox. Esto abrió un debate en redes que Ana Milán, en uno de sus últimos directos de Instagram, afrontó respondiendo a la pregunta de si su hijo "es" del partido que preside Santiago Abascal.
"Sinceramente, Marco tiene 18 años y no ha votado nunca", comenzó su discurso. Aunque alega ba el origen de esta controversia a la mala idea "de alguien con ganas de hacer daño", la actriz y presentadora quiso definir a su hijo como "un niño, un tipo encantador y lleno de nobleza". Al igual que confirmó su 'follow' a Vox, también apostilló que sigue a Pedro Sánchez y a Amancio Ortega, un simple gesto que no implica que por ello "sea millonario". "Yo no voy a entrar en polémicas por el simple y llano hecho de que lo único que yo pretendo es que mi hijo viva en una casa de libre pensamiento donde todos nos podamos expresar, decir cómo somos, quiénes somos y en qué pensamos y jamás debatir desde el insulto, la violencia o la agresividad", zanjó.
Antes de que esto se produjese, la que dio vida a Sandra de la Vega en la eterna 'Yo soy Bea' ya contó a quién había votado en las últimas elecciones e hizo un análisis de la situación política actual tras la crisis del coronavirus: "Yo soy de un centro-izquierda, eso lo sabe todo el mundo. Voté al PSOE, no tengo ningún problema en decirlo, y tampoco tengo ningún problema en decir todas sus meteduras de pata ni sus aciertos. No me voy a pelear con otro ser humano por unas siglas políticas"