El pasado 27 de octubre nacía Olivia, la segunda hija de Soraya Arnelas y Miguel Ángel Herrera. La pequeña llegaba al mundo por cesárea pesando 2 kilos y 730 gramos, unos detalles que quiso compartir su madre junto con la feliz noticia de su nacimiento en su cuenta de Instagram, donde suele mostrar algunos momentos familiares. En esta línea, la artista extremeña publicaba esta semana unas fotografías de las vacaciones de verano que está disfrutando junto a su prometido y sus niñas, no obstante, el ombligo abultado del bebé llamaba la atención de sus seguidores.
“Para los que me preguntáis tan asustados... ¡es una hernia! No pasa nada", tranquilizaba la intérprete de ‘Mi mundo sin ti’, que hacía saber a sus seguidores que este problema de salud lo ha heredado de su familia: "Olivia nació con una hernia, como su abuelo Paco y como yo. De hecho, fue una de las razones por las que me adelantaron el parto una semana. Se me salió por completo y parecía que no tenía, así es que el ginecólogo me dio la pauta de adelantar el parto", confiesa.
La hernia umbilical que tiene es inofensiva y no supone ningún tipo de problema grave, de hecho, “si no cambia de color y si no duele, no hay motivo de operación urgente”. Muchos bebés nacen con ellas y llegan a cerrarse solas antes de los dos años. También hay métodos que ayudan a ello. La pediatra, por ejempló, recomendó a la familia “un cinturón especial para ayudar al ombligo a meterse, pero Olivia estaba muy molesta” y “no paraba de llorar” porque “le hacía daño”.
También trataron de corregirlo con “la técnica de las abuelas” de poner una moneda en el ombligo, sin embargo, la cinta que la sujetaba también le dañaba la piel, así que se rindieron. "Hemos decidido dejarla así, tendría que volver a su estado original con el tiempo pero, si no lo hace, a los tres años, cuando pese 12 kilos aproximadamente, la operarán", está tranquila Soraya, que sabe que su hija está fuera de peligro y que los especialistas “se la van controlando” periódicamente.
Una de las razones por las que la cantante ha decidido que Olivia no se opere es por el riesgo que se corre al meter a un recién nacido en un quirófano. "No es bueno porque la anestesia podría causar daños neuronales en bebés", este fue el mismo motivo por el que no operó a Manuela, su primogénita, de frenectomía hasta que cumplió tres años.