Hace casi 15 años, una fría mañana del 7 de febrero de 2017, el fallecimiento de la hermana de la entonces princesa de Asturias copó los titulares de la prensa mundial. El cuerpo de Érika Ortiz era hallado sin vida en su piso de Vicálvaro. Tenía tan solo 31 años. La familia, que se había convertido en una de las más mediáticas de nuestro país tras la boda de Letizia, estaba rota de dolor. Entonces, la atención mediática se centro en la actual reina de España y en Carla Vigo, su hija pequeña, que se quedaba huérfana de la noche a la mañana con tan solo seis años.
Escasas son las ocasiones en que se ha pronunciado los miembros de su entorno y cuando han decidido hacerlo, lo han hacho comedidamente. Sin embargo, Carla, este miércoles, hablaba con naturalidad sobre este asunto a través de sus ‘stories’ de Instagram. La prima de Leonor y Sofía abría a disposición de sus más de 29 mil seguidores un buzón de dudas sobre su vida a las que ha respondido alto y claro. No faltaron las preguntas sobre su verdadera relación con la familia real, su trabajo, sus deseos de ser madre, su actual pareja o las fases por las que tuvo que pasar para encajar la pérdida de una de las personas más importantes de su vida, de la que asegura guardar “muy poquitos” recuerdos, “desgraciadamente”.
“Espero que esto sirva de algo a alguien, sinceramente no se supera y menos de la forma que me pasó a mí, aprendes a vivir con ello y se tarda mucho”, se sinceraba Carla, que se explayaba sobre las tres etapas por las que pasa alguien tras sufrir una pérdida de este calibre. “Primero es la negación, piensas que es una broma. La segunda, aceptación, es la más dura porque te da un golpe de realidad y te das cuenta de que no la verás más. Y tercero, aprenderás a vivir con ello, es la más fácil. Creo que dependiendo de la relación que tengas con esa persona la superas o no”.
No es la primera vez que Vigo recuerda a su progenitora en sus redes sociales. El pasado 10 de septiembre, con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, la artista compartía una serie de post para mostrar su compromiso con esta causa. “Mi madre no es una cifra. Era mi madre”, reivindicaba que, con independencia de su final, Érika siempre sería su madre y no parte de una estadística. Asimismo, en 2009, con motivo del aniversario de su muerte, la sobrina de la reina le dirigía una emotiva carta envuelta en polémica por las presuntas alusiones a Casa Real.
“A veces pienso qué te hicieron. Yo sé que no eras tú y que si, hubiese sido por ti, no hubiese cambiado nada. El hecho es que cambió y yo pienso en ti todos los días y, aunque a veces llore, pienso en ti de una forma alegre. Pienso en nuestros viajes, en nuestros momentos juntas, etc. Fue breve, sí, pero también fue intenso y vaya si fue intenso. Nos pasaron más cosas en seis años que a alguien en toda una vida. Hoy es un día triste para mí y te juro que sé que no te gusta verme triste y yo no lo estaría, pero a veces pasa. Los humanos somos así. Te quiero”.