25 años en esto no son pocos. Por eso ha decidido celebrarlos sobre los escenarios de la mano de 'One Man Show', título de su última "locura" teatral, con la que hará que nos olvidemos del coronavirus a través de las más de 100 imitaciones que lleva a cabo en cada actuación. A estas alturas de la película está de más reseñar el valor profesional de Carlos Latre. Pero si en algo también ha tenido méritos más allá del humor ha sido en saber blindar su vida personal.
Por muchas horas de televisión o entradas vendidas, poco se ha hablado de la intimidad del hombre que mejor sabe calcar a los famosos. Hasta que ha sido su propio entorno el que ha decidido reivindicarse como tal con el objetivo de formar parte de este universo que tantas alegrías le ha dado al presentador. Así lo ha contado él mismo en una entrevista para Europa Press en la que, tal y como puedes ver dándole al play al vídeo, desvela por primera vez cómo se plantea su futuro su hija Candela, que a sus 14 años tiene claros cuáles serán sus pasos laborales a largo plazo.
"Tiene 14 años y ha vivido en un teatro. su madre es periodista y productora y es lo que ha mamado desde pequeña. Además, se le da muy bien, es una niña muy divertida", ha manifestado con los ojos vidriosos durante la presentación de su último espectáculo. La adolescente, fruto de su relación con Yolanda Marcos, se está preparando para empezar el Bachillerato artístico. "Quiere ser actriz de musicales y ya veremos lo que pasa, pero lo que está claro es que lo bueno de este mundo es que tiene muchas posibilidades. no solo como primera figura, segunda o cuarta, sino que alrededor de este trabajo hay muchas cosas muy bonitas", ha explicado con orgullo.
Pocos han sido capaces de contener la carcajada al ver a Carlos Latre imitar a Boris, Fernando Simón o Isabel Pantoja. Lo que pocos saben es el arduo trabajo que hay detrás de cada personaje a calcar. "Tengo una técnica muy definida, muchas horas de vuelo", ha defendido, recordando las más de 10.000 horas de directo que lleva a sus espaldas. "Mucha gente no lo sabe, pero mi vida es formación, formación y formación".
Lo que empezó como un hobby y una profesión intuitiva se convirtió en un agotador trabajo diario que le ha llevado a donde está hoy. Antes de petarlo y colocarse la etiqueta del mejor imitador de nuestro país, el de Castellón hizo teatro clásico, bailó en Nueva York e incluso hizo las veces de tenor. "Hice teatro clásico, el bailado en Nueva York, he estado haciendo lírico con un tenor, he hecho de todo y sigo formándome, yo soy un poco obsesivo en ese sentido y me gusta ir mejorando cada día", ha apuntado en esta entrevista.