Pablo Casado, líder de los populares, destituía este lunes a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz nacional del partido. La explicación que ella misma daba tenía relación con una entrevista que concedió hace unos días a ‘El País’ y que el líder del PP ha considerado que constituía “un ataque”. “Casado cree que mi concepción de la libertad es incompatible con su autoridad”, aseguraba. Conocemos a la marquesa de Casa Fuerte más allá de la política.
Su acento argentino le viene de su madre, que nació y vive actualmente allí. Su padre, que falleció en 2013, era francés de origen español. Ambos aceptaron que su vida profesional terminase en la política, pero sus comienzos fueron muy diferentes. Vivió durante unos años en Londres, donde estudió Historia Moderna en la Universidad de Oxford. Al llegar a España comenzó a trabajar en ‘El Mundo’ como redactora de opinión. Años más tarde, tras llegar a ser jefa de sección, decidió involucrarse del todo en la política, por lo que tuvo tuvo que pedir la nacionalidad española antes de poder ser diputada del partido. Desde aquel momento se considera “hispano-franco-argentina”.
Tras la muerte de su padre, Gallardón le expidió el título de XIII marqués de Casa Fuerte, algo que heredó posteriormente Cayetana, convirtiéndose así en marquesa. Fuera de la política, en sus ratos libres, le gusta mucho leer y escribir, algo que comparte con sus dos hijas.
Fue durante la etapa que vivió y estudió en Londres cuando conoció a Joaquín Güell, un empresario catalán con quien se casó en 2001. Su matrimonio duró diecisiete años, pero finalmente era en 2018 cuando pusieron fin a su relación. De ella nacieron sus dos hijas, Cayetana y Flavia, que tienen ocho y diez años.
La pasión por la política también se vive en su casa, tanto es así que ella misma lo confesaba en una entrevista que concedía hace unos años a ‘El Mundo’: “Mi hija sabe quién es Rajoy, Sánchez y Rivera”. Compaginar la maternidad con su labor profesional le ha traído algún que otro quebradero de cabeza en ocasiones. “Todas las madres, en general, arrastramos un sentimiento de culpa porque cuidados de los hijos y, a la vez, trabajamos”, aseguraba en esta misma entrevista.