Justo cuando se cumplen nueve meses desde que el pequeño Mikey (como le llaman en casa) llegó para revolucionar a la familia Verdasco-Boyer, Ana y Fernando han decidido bautizarle. Lo han hecho en una ceremonia íntima celebrada el pasado jueves a la que acudieron ambos clanes. La pareja ha aprovechado su estancia en Madrid, donde están celebrando estas fiestas, para reunir a todo su entorno en el primer gran evento con su hijo como protagonista.
Prácticamente desde que nació, Mikey no ha parado de viajar. Los compromisos profesionales de Fernando Verdasco, que va de grand slam en grand slam, han provocado que el recién nacido se haya convertido en un trotamundos desde que llegó al mundo. La residencia familiar se encuentra en Doha, Qatar. De ahí que, entre tanto movimiento, Fernando Verdasco y Ana Boyer hayan querido aprovechar los pocos días que están pasando en España para celebrar esta reunión familiar.
Pronto podremos ver inmortalizado el bautizo del nieto de Isabel Preysler en una revista. Por lo que comentó Tamara Falcó, tía del pequeño, hace unos meses, los padrinos en este sacramento religioso habrían sido Sara Verdasco, hermana del tenista, y Alejandro Altaba, hijo mayor de Chábeli Iglesias. Por lo que se ha filtrado hasta el momento, entre las grandes ausencias ha estado la de Enrique Iglesias, que actualmente vive en Miami y que hace apenas unos días permitió que viésemos a su madre dándolo todo entre el público de su último concierto en Madrid.
Estas Navidades están siendo diferentes en la mansión de Puerta de Hierro. La residencia de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa (donde también vive Tamara Falcó) ha contado con la presencia de tres nuevos huéspedes estos días de fiesta. Se trata de Fernando Verdasco, Ana Boyer y su hijo Miguel, que están disfrutando de estas fechas tan señaladas junto a la matriarca.
En una reciente entrevista para la revista ¡Hola!, la exmujer de Julio Iglesias confesó sentir "mucha ilusión" por esta grata visita. "Sobre todo para poder disfrutar del pequeño Miguel", que por problemas de logística no ha podido disfrutar todo lo que le habría gustado durante sus primeros meses de vida. Un sentimiento que comparte junto al escritor de 'La ciudad y los perros', al que, en palabras de Isabel, "se le cae la baba con el bebé".