Isabel Díaz Ayuso ha pasado de ser una persona anónima a ser la figura política del momento en tan solo dos años. La candidata del Partido Popular ha arrasado en los comicios de la capital, doblando los resultados de 2019 y logrando más escaños que todas las formaciones de la izquierda junta, lo que le permitirá gobernar en solitario los dos próximos años. Aunque como todos los políticos, la presidenta electa de la Comunidad de Madrid no es muy dada a hablar de su vida íntima, pese a haber estado en el foco mediático en esta intensa campaña electoral, en la que han transcendido muchos datos sobre su entorno, algunos de los cuales han sido desvelados por ella misma en las entrevistas que ha concedido a los medios.
La política nació en la ciudad que gobierna hace 42 años. Se crio en el castizo barrio de Chamberí, donde sigue residiendo en la actualidad, y con su familia solía pasar las vacaciones de verano y muchos fines de semana en Sotilla de la Adrada, en Ávila. Allí nació Leonardo Díaz, su padre, que se dedicó en vida al comercio de artículos médicos y ortopédicos. “Tenía mucho carácter. Una infancia dura que le hizo después mantener con sus hijos otra relación también dura. Él lo fue especialmente conmigo”, hablaba Isabel de la complicada relación que tuvo con su progenitor, que falleció en 2014, en una entrevista para el diario ‘El País’.
“Era pesimista, muy honrado y preocupado por los demás. Poco materialista, quizás valoraba más lo de otros y eso le hacía estar atormentado”, se sinceraba en esta misma publicación, donde explicaba que esta actitud hizo que desde su infancia “empezara a manejarme y animarme sola”. Su salida del nido se produjo a los 22 años, tras acabar su etapa universitaria –licenciatura en Periodismo por la Universidad de Complutense de Madrid-. Primero se marchó a Irlanda. Después puso rumbo a Ecuador. Y la vuelta al hogar familiar “no fue fácil”, según publica ‘La Otra Crónica’ del diario ‘El Mundo’, ya que se dio cuenta “de que no podía convivir con su padre”. Se alquiló una habitación en un piso con otras dos personas y su relación, sin convivencia de por medio, “mejoró” notablemente.
Respecto a su madre, de quien heredó su nombre y quien se ha convertido en la “compañera de todos mis pasos”, la define como una persona “honrada, generosa y entregada”. “Se pasa el día leyendo. Libros, prensa… Y encima está en redes sociales. Se entera de todo”, comentaba sobre Mabel, de 75 años, su hija en una entrevista para Vanity Fair. “Por eso, cuando la gente por la calle me traslada tantísimo cariño, se da cuenta de que lo de Internet es casi todo falso”, añadía.
Isabel Díaz Ayuso ha tenido el apoyo de su madre durante esta intensa campaña electoral. En su cierre de campaña y por el Día de la Madre, la por entonces candidata a la Comunidad de Madrid se emocionaba al darle públicamente las gracias a su hermano Tomás, sus sobrinos y "a la persona que me dio la vida, la que me ha enseñado a encararla con fortaleza, sencillez y alegría”. Unas palabras que arrancaban de manera inmediata los aplausos de los asistentes, que observaban como la madre de la política recibía emocionada un ramo de flores. “Gracias por tu amor y gracias por haberme enseñado todo, porque sin ti nada sería igual”, admitía con la voz entrecortada. Y es que en estos dos años su vida ha cambiado en lo político, pero en lo personal sigue conservando sus pilares.