Juan José Ballesta se ganó el pasado año el cariño del público demostrando su valía frente a los fogones. Su desparpajo, sentido de humor y su campechanía lograron conquistar una vez más a esos espectadores que lo conocieron en su juventud interpretando al icónico ‘El bola’. Además de actor y ‘cocinitas’, el de Parla es un gran apasionado de su familia, a la que trata de proteger de las cámaras y los focos donde triunfa. Ha sido en sus redes sociales donde ha dejado boquiabiertos a sus admiradores al dejar al descubierto un cambio de look que nos ha transportado sus orígenes más rebeldes y al que se ha sometido junto a su pequeño, con el que guarda un gran parecido físico.
Ballesta padre e hijo acudían a la barbería para cortarse el pelo y a su salida se mostraban encantados con el resultado final. “Ahora sí que sí somos lo más chulos del barrio, mirad que bien nos ha dejado mi peluquero, me lo ha cortado como lo hacía cuando era como Juanjito”, explicaba a sus admiradores montados ya en el coche. En la grabación ambos comparten mismo plano y sus looks son idénticos. Prueba de ello el último post del artista, que se ha inundado de comentarios de admiradores y amigos que destacan que el niño es un clon de su padre.
“Hola Juanjito, ya te veo con tu hermano mayor, pero qué guapos sois los dos”, escribía el coreógrafo Poty resaltando lo bien que le queda el nuevo corte de pelo a su amigo. “Por Dios, pero ¿quién es Juan y quién es Juanito? Iguales, cómo ha crecido. Guapos los dos”, se quedaba asombrada otra seguidora y les mandaba un piropo. “Sois iguales padre e hijo, disfrutad mucho”, eran algunos de los comentarios que se pueden leer en el tablón de este post que acumula casi 5 mil likes.
En una reciente entrevista para la revista Lecturas, Juan José Ballesta hablaba sobre ciertos aspectos de su vida. No tuvo ningún problema en reconocer durante esta charla que ha vivido algunos baches económicos. “No soy el típico actor que lo hace todo por dinero, lo hago por vocación. Y si tengo algún problema, que me ha pasado algunas veces, me apunto al paro”, reivindicaba. Haciendo apaños o “tirando de ahorros” siempre ha salido adelante y su única preocupación es tener para darle a su hijo “un sustento”.
Esa imagen de revoltoso y de impaciencia que muestran tiene una complicada historia detrás. Cuando era tan solo un niño a su madre le advirtieron que le debía medicar porque sus nervios le iban a hacer “perder la cabeza”. Una hiperactividad diagnosticada que le originó un infarto en el fémur por el que tuvo que ser operado del que aún presenta secuelas.