Lydia Bosch y su familia celebraban a finales del pasado mes de marzo un cumpleaños muy especial. Sus dos mellizos, Ana y Juan, fruto de su matrimonio con el arquitecto Alberto Martín, soplaban las velas de su 18º cumpleaños y se estrenaban en la mayoría de edad. En la actualidad, según explica la cabecera ‘¡Hola!’, los dos están preparándose de cara a los exámenes de Selectividad tras acabar “con éxito” su etapa en el instituto, que es el mismo por el que han pasado los hijos de Sara Carbonero e Iker Casillas, los de Mariano Rajoy o Tana Rivera, entre otros vips. Mientras se preparan duro para entrar en esta nueva etapa y formarse en aquello que les gusta, los dos hijos de la actriz, que están siendo un apoyo para su madre en su lucha contra el cáncer, se lo pasan en grande y triunfan en Tiktok, la red social de moda entre los adolescentes.
Juan (que cuenta con más de 160 mil seguidores procedentes de todos los rincones del mundo) y su hermana Ana (con más de mil) dedican su tiempo libre en esta plataforma donde demuestran su talento y gracia natural frente a la cámara. Mientras que él usa su sentido del humor para protagonizar divertidos sketches, ella se graba realizando los challenges y bailes virales del momento. Una afición a la que intentaron enganchar a su madre. Lydia se sumergía en este mundo de mano de sus dos hijas para celebrar su reencuentro tras estar separada de ellos durante el confinamiento, aunque tuvo que intentarlo muchas veces hasta obtener el resultado que esperaba. “No vuelvo a hacerlo en cuatro años”, exclamaba entre risas en el título de este post:
A principios de este año, Andrea Molina definía a través de un preguntas y respuestas con sus seguidores el carácter de sus dos hermanos, a los que consideraba “lo más importante de mi vida” junto al resto de su familia. “Me siento tremendamente orgullosa del equipo que formamos, de la familia que somos, de la unión que tenemos, de nuestra complicidad, de la confianza que tenemos para contarnos todo”, dejaba constancia de la magnífica relación que hay entre ellos, con los que forma un gran equipo al estilo de “los tres mosqueteros: todos a una y uno para todos”.
Sobre Ana, que guarda cierto parecido con su madre, destacaba su “fuerza, espontaneidad” y la capacidad que tiene de hacer reír a la gente que tiene a su alrededor, “hasta cuando estamos tristes”. Mientras que, por otro lado, de Juan resaltaba su “gran sensibilidad” y la protección que otorga a aquellos que quiere: “Te estás convirtiendo en un hombre maravilloso, lleno de sensibilidad y de carisma, del cual estamos tremendamente orgullosas mamá y yo”, admitía.
La hija mayor de la actriz se convertía en noticia hace dos semanas tras salir a la luz unas imágenes en ‘Diez Minutos’ en las que aparecía, según la publicación, con una “barriguita sospechosa” junto a su pareja, Juan Fernández, componente del grupo Marlon. Unos rumores sobre un posible embarazo con el que bromeaba la joven de 29 años en sus redes sociales y que provocaba el enfado de su propia madre.
“A ver cómo le explico yo ahora a Juan que lo que tengo en mi ‘barriguita’ son un plato de coquinas, una de papas bravas, media ración de gambas y una de boquerones”, comentaba en un posado en el que aparece su pareja postrando sus manos en su tripa. “No se puede ser tan payasa porque después pasa lo que pasa, que entre unos coches hay unos paparazzis y te sacan unas fotos en mitad de tu momento ‘clown’ diciéndoles a tus amigos que de todo lo que has comido parece que estás embarazada”, explicaba qué era realmente lo que había sucedido. “Habrá que reírse. Lo dicho familia, embarazo DESMENTIDO”, aclaraba de forma tajante para que no hubiese espacio para la duda.