Daniel Auster, el hijo del afamado novelista Paul Auster, falleció este martes a los 44 años de edad según ha avanzado hoy en exclusiva el diario New York Post. Según fuentes policiales a las que han tenido acceso en el citado medio, Auster "murió de una sobredosis accidental de drogas". Una hipótesis que se baraja puesto que cuando fue encontrado "todavía tenía drogas encima y la dosis era similar a la que tomaba normalmente", tal y como relataron las fuentes al diario. Un fallecimiento que se produce tan solo seis meses después de la muerte de su hija de 10 meses por sobredosis de heroína, Ruby, por la que Auster se enfrentaba a cargos de homicidio involuntario.

Daniel Auster se encontraba en libertad bajo fianza tras el fallecimiento de su hija Ruby, de tan solo 10 meses, el pasado 1 de noviembre. La autopsia de la pequeña reveló que la menor sufrió una sobredosis de fentanilo y heroína, aunque a día de hoy aún se desconoce la manera en que la ingirió.

Auster había estado cuidando a su hija Ruby esa tarde cuando los paramédicos recibieron una llamada desde su residencia de Brooklyn y se presentaron en el lugar. Encontraron a la menor inconsciente y sin respuesta, y la trasladaron al Methodist Hospital, donde certificaron su fallecimiento.

Auster es el único hijo fruto del breve matrimonio entre Paul Auster y la novelista Lydia David (entre 1974 y 1978). Aunque la infancia de Daniel transcurrió con absoluta normalidad a pesar de la fama de sus padres, todo comenzó a torcerse cuando cumplió la mayoría de edad. Con apenas 18 años empezó a coquetear con las drogas y protagonizó varios altercados con la policía, incluso fue testigo involuntario de un asesinato que tuvo lugar en un club nocturno de la ciudad de Nueva York que solía frecuentar.

A partir de este suceso, todo se torció para Auster. Posesión ilegal de drogas, hurto menor o posesión de propiedad robada son algunos de los delitos a los que se había enfrentado. De este último pasó cinco años bajo libertad condicional tras haberse declarado culpable durante la celebración del juicio, según informó en su momento The New York Times.

"Te preocupas más por tus hijos que por ti mismo. Pero, en cualquier caso, estamos solos en nuestras cabezas", escribió Paul Auster. Unas palabras que ponen de relieve la soledad a la que te enfrentas durante la paternidad y que se materializaron en la relación con su hijo Daniel. Padre e hijo no se hablaban desde hacía 14 años, aunque el fallecimiento seis meses antes de la hija de este, Ruby, provocó un leve acercamiento entre ambos.

Una relación prácticamente inexistente derivada de un pasado conflictivo de su hijo que el novelista no apoyaba. A pesar de las diferencias, algunas obras de Paul Auster hacen predecir que su hijo ha estado presente en su vida de una forma u otra, con personajes drogadictos en algunas de sus obras. Una vida que ha estado teñida por la tragedia y el infierno de las drogas, que finalmente se ha llevado también la vida de Daniel.