Hace dos semanas convirtió un post de Instagram en una declaración de intenciones. Diego, Tadeo, Ivo y Telmo, los cuatro niños que nacieron durante su relación con Miguel BoséDiego, Tadeo, Ivo y TelmoMiguel Bosé, aparecían juntos en el feed de Nacho Palau. "Hermanos para siempre", rezaba el pie de foto. Horas más tarde se vería las caras con su ex para lograr la filiación por la que tantos años llevaba luchando. Su intención era que fuesen declarados no solo hermanos, sino también hijos legítimos de ambos para mantener el vínculo emocional y lograr reunirles bajo el mismo marco legal, teniendo en cuenta que los dos primeros tienen su ADN (y apellidos) y los dos segundos, el del artista.
Muy a su pesar, el juzgado 4 de Pozuelo de Alarcón ha desestimado su demanda. Una derrota esperable por falta de jurisprudencia pero no por ello desesperanzadora. Aunque la guerra judicial no ha terminado, ya que el escultor ha decidido continuar el proceso presentando un recurso de apelación, los 14 folios que componen dicha sentencia son claros sobre la hoja de ruta que deberán seguir ambas partes.
Al no ser considerados hermanos, tampoco hijos legítimos de ambas partes, tanto Palau como Miguel solo tendrán derechos y obligaciones sobre sus dos hijos biológicos. Ivo y Telmo irán por un lado, y Diego y Tadeo, por el otro.
Esto tira por tierra una de las firmes intenciones del que fue pareja del cantante durante 26 años: que sus dos "nanos", como les llama en la intimidad, tuviesen la misma posición económica que los dos restantes, que gozan de los privilegios de crecer en el mismo techo que una estrella del pop como Bosé. Contando con que Nacho trabaja en una fábrica de embutidos en Chelva, Valencia, no es necesario detallar los posibles del uno y del otro.
Pero no todo es cuestión de compensaciones. Tal y como quiso defender ante el juez José Gabriel Ortolá, abogado del demandante, lo que sí se ha aceptado en la sentencia es que los dos "decidieron tener hijos y fundar una familia única en la que los hijos serían hermanos y ambos serían padres".
Sin embargo, aunque sí se consideren hijos "reales", no lo son ante la ley porque una de las partes (Bosé, concretamente) se niega a aceptarlos como tales y porque a Miguel le separan más de 45 años con los menores, algo que impidió en su día y ahora que se diese por buena la adopción de Tadeo y Diego en España. "Nuestro actual sistema jurídico no permite efectuar formalmente la declaración de filiación solicitada", explica el letrado en un comunicado
Como el vínculo emocional sí ha sido reconocido por la ley, el juez ha decidido "estimar la pretensión subsidiaria de establecimiento de un régimen de visitas de los hijos de Nacho y Miguel entre sí y para con sus padres respectivos", algo que ya habían acordado previamente en 2019, cuando decidieron que los menores podrían pasar una temporada juntos durante las vacaciones de verano.
La resolución provisional no ha sido una sorpresa para Palau, que continuará peleando desde Valencia, alejado de Ivo y Telmo. Pero la cosa no va a quedar así, al menos esa es su intención: "Voy a por todas. Por mis nanos lo que sea".