Aunque en su faceta profesional siempre ha buscado lo contrario, Miguel Bosé ha intentado desde sus inicios que su vida privada esté marcada por la discreción. El rey de la extravagancia decidió blindar su intimidad hasta tal punto que, cuando todo saltó por los aires a raíz de su separación de Nacho Palau, el efecto dominó que vino después fue catastrófico. Después de años en silencio, todo eran titulares con su nombre. Que si la batalla legal con su ex, que si la filiación de los cuatro niños... Varias polémicas que, desde el pasado mes de marzo, se unieron a su criticado discurso negocionista con la pandemia del coronavirus.
El artista es uno de los personajes de este fatídico 2020. Y no precisamente por su buena acogida entre la ciudadanía. Por eso es casi evidente que a su familia, a los miembros del clan Dominguín Bosé, se les pregunte sobre la situación que atraviesa el cantante de 'Amante bandido' cada vez que se ponen delante de una cámara y un micro. El último en dar su versión ha sido su sobrino Nicolás Coronado, una revelación para el gran público por su participación en un conocido talent culinario que, aunque no se "postula", si se ha explayado al respecto en unas declaraciones para Chance.
"Creo que hay un gran misticismo, un gran misterio en todo esto que ha pasado", ha manifestado al referirse a la crisis sanitaria derivada por la covid-19. "Claro que hay opiniones, opiniones diferentes pero lo que no hay es una gran verdad. No tenemos una verdad clara y siempre habrá misterio, pasarán unos años y no sabremos de dónde vino esto". La postura de Nicolás, hijo de José Coronado y Paola Dominguín, es que "podemos tener opiniones y tenemos que ser consecuentes con que cada uno tiene la suya y así seguirá siendo".
Estas palabras podrían ir en una línea similar a las de Alaska, amiga de Bosé, que en una comentada entrevista para 'La Resistencia' declaró que "desde el punto de vista formal hay unos discursos oficiales" que no siempre han de tomarse como certeros al cien por cien. "No soy nadie, ni tú ni nadie, para darle un toque a nadie. Yo espero que cuando me vuelva loca según vuestro criterio, no me lo digáis", le pidió a David Broncano, definiéndose a sí misma como defensora de las "teorías de la conspiración".
Otro frente abierto para Miguel Bosé es su batalla legal con su expareja Nacho Palau por la filiación de los cuatro niños que nacieron durante las dos décadas que estuvieron juntos. El artista ganó el juicio en primera instancia, pero el escultor pretende continuar con el proceso. "Creo que soy muy respetuoso con lo que cada uno elige a la hora de contar de su vida personal, si alguien decide no contar, no quiero ser yo el que cuente", ha reivindicado su sobrino, el hijo de su hermana Paola. "Te puedo decir que es un padrazo y que sé que cada cosa que haga, la hará buscando el mayor bienestar de los pequeños", ha defendido en este encuentro con Europa Press.