Si estás pensando en iniciar un tratamiento de fertilidad, esto te interesa. La ovodonación es un proceso que permite a las mujeres que no pueden tener hijos la gestación por sí mismas. ¿Cómo? A través de gametos donados de manera voluntaria, altruista y anónima por mujeres de entre 18 y 35 años.
En España, esta concienciación por la donación ha ido en aumento en los últimos años debido, precisamente, al retraso en la maternidad hasta los 40 años, tramo de edad en la que, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), las probabilidades de quedarse embarazada se reducen al 5%.
Además, este procedimiento es, hoy por hoy, el que mejores resultados representa en términos de embarazo y de recién nacido vivo. Analizamos en qué consiste este método al que han recurrido muchas mujeres solteras o con pareja, entre ellas famosas como Samanta Villar y Mariah Carey, para quiénes está indicado y los efectos secundarios para las receptoras y donantes.
El nacimiento de niños en España ha caído drásticamente hasta un 30%. Sin embargo, la presencia de clínicas de reproducción asistida y la demanda de inseminación artificial (IA) y fecundación in vitro (FVI) ha aumentado exponencialmente.
Esto se debe a que por razones sociales, no médicas, cada vez más mujeres deciden dar el paso de la maternidad más tarde, por lo que se reducen las posibilidades de embarazo y también aumentan las de padecer un aborto o concebir un hijo con anomalías genéticas. Es más, los expertos en la materia consideran este tratamiento el más indicado cuando la mujer supera los 42 años.
La ovodonación o donación de óvulos es proceso mediante por el que una mujer dona voluntariamente dona sus ovocitos para que sean fecundados en el laboratorio de reproducción con el semen de la pareja de la mujer receptora o de un donante. Una vez conseguida la fecundación, los embriones son transferidos al útero de la receptora con el fin de tener un hijo sano.
En la actualidad, los ciclos de reproducción asistida se llevan a cabo en un 70-80% de los casos con gametos propios de la pareja que se somete a tratamiento, y en un 20-30% con gametos donados por personas ajenas.
Pese a que en los últimos años ha habido un aumento de donantes, todavía la demanda supera a la oferta, en gran parte porque el proceso es más largo y complicado que la donación de semen y la donante tienen que someterse a un tratamiento previo antes de la punción ovárica en el quirófano bajo anestesia.
La donación de óvulos está indicada para pacientes sin función ovárica (ya sea por fallo ovárico primario, prematuro o menopáusico), para aquellas que tienen función ovárica, pero tienen una edad elevada; sus anteriores experiencias con técnicas de reproducción asistida han errado (el grupo que más ha crecido según SEF), y sus análisis evidencia alteraciones genéticas.
Requisito para ser receptora es ser mujer mayor de 18 años (no hay fijado un límite superior) con plena capacidad para obrar. "Al ser una técnica cuyo rendimiento no depende de la edad de la mujer que los recibe ni del funcionamiento de sus ovarios, se puede realizar hasta los 50 años independientemente de que la mujer ya sea o no menopáusica", señala el doctor Agustín Ballesteros, director del Instituto Valenciano de Fertilidad (IVI) de Barcelona. Además, deberá dar su consentimiento informado (libre, consciente y de manera expresa), y en caso de estar casada, el permiso del cónyuge.
En el caso de las donantes, deben ser mujeres de entre 18 y 35 años, con plena capacidad para obrar y buen estado de saludo psicofísico, además de una reserva de óvulos normal. Están descartadas las que tengan antecedentes de malformaciones, así como las que presenten enfermedades genéticas transmisibles, donantes que ya se hayan sometido ya a seis procedimientos o aquellas que el centro considere que sus condiciones psicofísicas no son las adecuadas.
El programa de donación de óvulos es, además, el que mejores resultados representa en términos de embarazo y de recién nacido vivo. "La donación de óvulos es la técnica que mejor rendimiento da de todas las que se realizan, dado que el éxito de embarazo está muy ligado a la edad y calidad de los óvulos. En IVI, las tasas en el primer intento alcanzan un 79,6% de éxito, con una tasa del 99,2% al tercer intento. Solo los casos con úteros no competentes o con problemas inmunológicos que no se pueden tratar suelen resistirse a este tratamiento", señala Ballesteros.
En cuanto a los efectos secundarios, para las receptoras son escasos porque en su caso solo es necesario la preparación del útero con hormonas (estrógenos y progesterona) por vía vaginal para transformar su endometrio apto y que esté sincronizado con el desarrollo de los embriones para que este receptivo durante la transferencia.
En cambio, para las donantes, el procedimiento es más complejo, pero tal y como señala la doctora Dalía Rodríguez, del centro Dexeus Mujer, el tratamiento hormonal para la estimulación ovárica no provoca efectos secundarios significativos. "En algunos casos, es posible notar una sensación de hinchazón, tensión mamaria y mayor cantidad de flujo", indica, y añade que la donante no debe coger peso ni hacer esfuerzo el día de la extracción.
"A partir del día siguiente, en general, se puede hacer una vida normal, aunque hay que evitar mantener relaciones sexuales hasta que llegue la menstruación por el riesgo de embarazo múltiple, si hubiera una rotura de preservativo", manifiesta.
Entre las complicaciones más graves está el síndrome de hiperestimulación ovárica (SH), poco frecuente, según Rodríguez, apenas un 2%. Se trata de una respuesta anormal del organismo ante esos medicamentos que estimulan la producción de óvulos. Las mujeres que lo padecen tienen una gran cantidad de folículos en crecimiento y niveles altos de estradiol.
Esta situación puede derivar en filtraciones de líquido al abdomen y producir distensión, náuseas e hinchazón. Sin embargo, los protocolos con los que trabajan las clínicas ajustan las dosis de fármacos a las características de las pacientes, que previamente son analizadas en un amplísimo chequeo
La donación de ovocitos es un acto voluntario, altruista, gratuito y desinteresado, nunca tendrá carácter lucrativo o comercial. Según la SEF, la compensación económica resarcitoria que se le da a la donantes es para compensar las molestias físicas y los gastos de desplazamiento y laborales que se puedan derivar de la donación y no debe suponer incentivo económico.
La Comisión Nacional de Reproducción Asistida aprobó en 1998 la cifra de 600 euros y actualmente la compensación está en torno a los 800-1000 euros.
Asimismo, la ovodonación es anónima y debe garantizarse la confidencialidad de los datos de identidad de las donantes. Sólo podrá revelarse excepcionalmente, en circunstancias extraordinarias que comporten un peligro cierto para la vida o la salud del hijo o cuando proceda con arreglo a las leyes procesales penales.