Tamara Gorro ya tiene cubierto el cupo de disgustos por esta semana. Después de recibir una llamada del colegio informándole de que su hija Shaila había sufrido una fuerte caída que le había provocado una brecha en la frente, la influencer ha tenido que afrontar un nuevo contratiempo familiar. Esta vez era su abuelo el objeto de preocupación. Durante la madrugada del martes, a su "yayo", como le llama desde que era una cría, le dio "un chungo bastante gordo" tras recibir la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Por sus circunstancias familiares, la madre de Tamara no quiso contarle lo sucedido hasta la mañana siguiente. "Estaba muy malito, tirado en el suelo, y llamaron al Samur. Ellos le ayudaron bastante, le cuidaron, pero estaba con las piernas tiradas, la cabeza ida y muy malito", descubrió horas más tarde. Fue ya en el hospital, después de realizarle una electro, cuando comprobaron que el origen de este problema era la vacuna de la covid-19 que se había puesto ese mismo día.
"Dicen que es una reacción de lo más normal, que no le ha pasado nada fuera de lo común. Estaba mareado, se le iba la cabeza y tiene un susto muy grande", ha explicado a su familia virtual, que estaba muy preocupada por ver cómo Tamara Gorro se ausentaba durante varias horas de sus rutinas en Instagram para cuidar de su abuelo. "Mi abuela imagínate cómo estaba, con el yayo tirado en el suelo, los dos tan mayorcitos y solos", ha manifestado, con el disgusto aún en el cuerpo.
"Yo me he ido corriendo a casa de mis abuelos para que mi madre pudiera descansar y yo quedarme a cuidarle. Él está bien. Ha sido la reacción, como nos puede dar a cualquiera. Yo le he vigilado al fiebre, la tensión, le he dado de comer", ha informado. Para tranquilizar a sus fans, la Gorro ha comentado que esto es algo habitual y que, a pesar de esa fatídica noche que les tocó pasar, "está todo bien".
Consciente de que contar esto podría alarmar a algunos, sobre todo ahora, con ciertas reticencias por parte de una minoría de la población a ponerse vacunas como la de Astrazeneca por los mínimos casos de trombos que se han detectado, Tamara ha querido lanzar un mensaje claro: "Y con el tema de la vacuna, tranquilidad, me han dicho que es muy común este tipo de reacción. Él está fenomenal, se ha quedado en un susto".
La devoción de la mujer de Ezequiel Garay por sus "yayos" es absoluta. Su familia virtual es consciente de la relación que mantiene su ídolo con sus abuelos maternos, algo que ha inculcado desde que comenzó a crear una comunidad en Instagram de la que ya forman parte casi dos millones de personas. Y esta vez, cuando han sido partícipes de la preocupación que le ha generado la salud de este ser querido, ya totalmente recuperado, han querido apoyarla en masa para que esa "nube" que ha empañado su mes de abril pase lo antes posible. ¡Mucho ánimo, compañera!