Ya está aquí la desescalada. Un largo proceso dividido en cuatro fases para llegar a la famosa “nueva normalidad”, la realidad que vendrá después de casi dos meses de confinamiento. Este proceso permitirá a los españoles ir volviendo a su ‘vida de antes’ de forma paulatina, pudiendo salir a la calle cumpliendo con las medidas de seguridad oportunas. Pero claro, una de las condiciones de esta medida ha afectado directamente a Tamara Gorro.
La movilidad interprovincial estará prohibida hasta que se alcance esa “nueva normalidad”. ¿Y eso qué significa? Que la influencer, que mandó a sus hijos a Madrid con sus abuelos. Ella se encuentra en Valencia, donde está su residencia habitual, junto a su marido Ezequiel Garay. Desde que arrancó la cuarentena ambos están separados de sus peques, una decisión que tomaron para protegerles después de que el futbolista diese positivo en coronavirus.
Como prueba de que esta nostalgia por volver a abrazarles es cada vez mayor, la Gorro ha compartido un extracto de una divertida videollamada con Shaila Garay, la mayor. “Este tipo de vídeos te dan satisfacción y alegría, claro, pero a la vez es dolor porque me gustaría estar con ellos. A mí me gustaría saber cuándo podremos viajar a por nuestros hijos. ¿Hasta junio? ¿Estamos locos?”, ha planteado con indignación. “No puedo salir de la provincia, son dos meses sin ellos y no sé lo que me espera”.
“Creo que estoy siendo una ciudadana ejemplar al igual que la mayoría de los españoles y hay mucha gente como yo. Hay enfermeras y médicos que tienen a sus hijos con sus abuelos y que necesitan ir a por ellos. No sé qué hacer. Estoy informándome y en cuanto sepa algo os lo comunico”, ha informado a su familia virtual, que le han demostrado su apoyo una vez más en estos duros momentos.
Al día siguiente de comunicar a su familia virtual su disgusto por las fases de la desescalada propuestas por el gobierno, un nuevo imprevisto aguaba la mañana de Tamara Gorro. “Casi nos separamos vosotros y yo de por vida”, anunciaba con rostro serie. Tal y como ha contado desde la oficina que tiene en su casa de Valencia, un hacker intentó robarle su cuenta de Instagram.
“Les pillé”, ha confirmado, asegurando que estuvo horas tomando las medidas oportunas para erradicar el problema. “Me disgusté, para qué engañarnos”, ha confesado a su legión de fans, a los que ha asegurado que no se imagina una vida sin tener contacto directo con ellos.