Tania Llasera sufre un accidente doméstico que la obliga a salir de casa fuera de horario: "Me ha parado la policía"
El accidente doméstico de Tania Llasera en plena cuarentena
Nos contó en una entrevista exclusiva por el Día de la Madre que lo suyo estaba siendo un confinamiento “forzoso y poco natural” en el que le costaba encontrar su vía de escape. No ha sido fácil para ella estar casi dos meses sin salir de casa con su marido y dos peques de tres y cuatro años a tope de energía. Quizá por eso a Tania Llasera le ha tocado experimentar los primeros estragos físicos de esta dichosa cuarentena.
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Así lo ha contado ella misma en su Instagram, donde lo ha contado todo sobre el accidente doméstico que le ha obligado a abandonar su hogar fuera del horario establecido. El incidente ha sido de primero de maternidad. “He parado los dientes de mi hija con la nariz esta noche toledana y movidita”, ha narrado a golpe de stories.
Como solución provisional, la influencer se ha puesto una tirita de Hello Kitty, la única protección que ha pillado por casa para acudir al dentista. “Cosas que pasan… Golpes nocturnos que te obligan a ir al dentista y todo”, lo ha descrito en su post, donde ha contado que la policía le ha parado hasta en dos ocasiones en su trayecto a la clínica para pedirle justificante y preguntarle a dónde iba.
Según ella misma ha confesado, este tipo de medidas le parecen “perfectas” para conseguir que todos cumplamos con lo que pide este desconfinamiento, ya que ella ha salido de su domicilio sola, en un horario distinto al que estipula la normativa para poder pasear o hacer ejercicio. “Madrid, vayamos con cuidado, por favor. Día no se cuál ya. He dejado de contar los días. ¿Será como el día 55? Desde el 11 de marzo…”, ha manifestado, mostrando su hartazgo por esta dichosa cuarentena.
Así ha sido la cuarentena de Tania Llasera
“Ha habido una evolución en mí. En la primera semana lloraba en el trastero. La segunda lloraba en el portal. Y hubo un punto en el que peté”. Así describió en una charla con divinity.es cómo ha gestionado este tiempo de encierro. Una etapa atípica para todos en la que ha intentado que la maternidad no pringue todos los aspectos de su vida y en la que, a base de educación emocional, ha hecho entender a sus hijos Pepe y Lucía “que mamá no puede más”.
“Peté delante de ellos y han entendido que mamá es humana, tiene sus limitaciones, y hay veces que necesita estar sola en su cuarto y que le dejen en paz. Ahora lo respetan muchísimo más que al principio del confinamiento, que quizá no nos conocíamos tanto como nos conocemos ahora”, nos contó, haciendo un alegato en pro de la maternidad real para que el resto de madres que puedan escucharla no se sientan solas.