Tom Brady, siete veces ganador de la Super Bowl y una de las figuras más emblemáticas del deporte estadounidense, confirmaba este martes su retirada del fútbol americano después de una carrera de 22 temporadas, poniendo fin al hervidero de especulaciones desatado desde que los Tampa Bay Buccaneers, a los que hizo campeones de la NFL el pasado año, perdieran frente a Los Angeles Rams en las semifinales de conferencia y se despidiesen de sus opciones de defender el título.

"He amado mi carrera en la NFL. Ahora es el momento de concentrar mi tiempo y energía en otras cosas que requieren mi atención", aseguró Brady, que poco antes de que hiciese oficial su retiro reflexionaba sobre el peso que tenía su familia de cara a dar un paso de este calibre.

"Mi mujer es mi mayor apoyo. Le duele ver que me golpean, y se merece lo que necesita de mí como esposo y mis hijos merecen lo que necesitan de mí como padre. Pasaré un tiempo con ellos y les daré lo que necesitan, porque realmente me han estado dando lo que necesito estos meses […] De eso tratan las relaciones. No siempre se trata de lo que yo quiero. Se trata de lo que queremos como familia. Y voy a pasar mucho tiempo con ellos y descubriré en el futuro qué sigue”, aclaraba que su continuidad en el campo era algo que debía estudiar con su familia.

Antes de arrancar esta nueva etapa vital fuera de la cancha, Brady colgaba un comunicado en el que aclaraba las razones por las que abandona el juego, sobresaliendo de todas ellas una: su mujer e hijos. Tom tiene tantos proyectos en mente junto a ellos que no está dispuesto a esperar ni un minuto más. “A mi esposa, Gisele, y a mis hijos Jack, Benny y Vivi. Ustedes son mi inspiración. Nuestra familia es mi mayor logro”, escribía orgulloso.

“Siempre que salía del campo e iba a casa con la esposa más amorosa y el mayor apoyo que ha hecho TODO por nuestra familia, y por permitirme enfocarme en mi carrera”, agradecía a su mujer su postura estos años. “Su falta de egoísmo me permitió alcanzar nuevos logros profesionales, y las palabras no son suficientes para decir lo que significas para mí y nuestra familia. Te amo, amor da minha vida”, concluía en portugués, de donde es originaria Gisele Bündchen.

La top model y el deportista se conocieron hace 15 años gracias a un amigo en común que les organizó una cita a ciegas. Según contaba Gisele en una entrevista para Vanity Fair, aquel día supo que sería el hombre de su vida: ‘Lo supe bien, la primera vez que lo vi. En el momento en que lo miré, él sonrió y pensé: ¡Esa es la sonrisa más hermosa y carismática que he visto!'. Por su parte, él aún mantenía una relación con Bridget Moynahan, por lo que había ido a la velada únicamente para hacer una nueva amiga.

Sin embargo, debido a la innegable química entre ambos, Brady terminó su noviazgo con la actriz. Se dieron cuenta de lo que sentían el uno por el otro, y empezaron su historia de amor, pero a los dos meses de iniciar su idilio saltaba el primer revuelo mediático de este lio amoroso: Bridget, la expareja del quarterback, estaba embarazada. “Yo sentí que mi mundo se volteaba de cabeza", confesaba Gisele en su libro Lessons: My path to a meaningful life que esta fue una de las etapas más duras, aunque ahora considera a su hijastro John Edward una "bendición".

Después de ese bombazo, salieron adelante y tuvieron no una, sino dos bodas espectaculares. TMZ revela que Brady le pidió matrimonio a Gisele en un avión privado con docenas de rosas y champán. Era tal la emoción de la pareja que, de acuerdo a GQ, pasaron por el altar 15 días después de la pedida, en una pequeña ceremonia católica, en la Iglesia Católica de Santa Mónica, en California. Dos meses después el matrimonio se daba el ‘sí, quiero’ de nuevo en la playa de Santa Teresa, Costa Rica, a la que invitaron a familiares y amigos.

En 2009 llegaba al mundo su primer hijo Benjamin Rein Brady y, tres años más tarde nacía Vivian Lake Brady. Los cuatro, junto al primer hijo de Brady, conforman una de las familias más unidas y queridas del deporte norteamericano. El jugador explicaba en una entrevista con el canal E!, que la clave del éxito de su matrimonio es la comunicación: "Hablamos de cómo nos sentimos en el momento, no seis meses después, ¡y eso nos ha ayudado mucho”.