El tiempo pasa para todos, pero en los más pequeños de la casa se nota mucho más y seguro que Georgina y Cristiano no pueden creerse lo mucho que han cambiado las pequeñas Eva y Alana. Ambas nacieron en el mismo año, aunque con algunos meses de diferencia, por lo que durante un tiempo, ambas tienen la misma edad.
Eva nació en el mes de junio de 2017 y unos meses después, en noviembre, llegaba al mundo Alana Martina, quien hasta el momento había sido la pequeña de la casa, puesto que desde abril de 2022 ostenta su hermana Bella Esmeralda. De pequeñas se nota menos, pero conforme pasa el tiempo cada una va dejando salir su personalidad y ambas han demostrado tener de sobra.
Físicamente, Alana tiene un gran parecido a su padre, algo de lo que él mismo presumía en redes compartiendo imágenes de cuando era pequeño para que el parecido fuera más evidente, porque sus hijas no son las únicas que han cambiado con el tiempo. Tiene el cabello ensortijado de Cristiano y también la sonrisa pícara.
Es una joven coqueta, que nunca deja pasar la oportunidad de vestirse de princesa, pero tampoco de jugar junto a sus hermanos. Risueña y juguetona, siempre parece tener energía para un baile más y también para pasar tiempo con sus padres, a los que adora. Lo cierto es que Georgina y Cristiano han formado una numerosa familia en la que el amor es la norma y sus hijos son reflejo de ello.
Eva comparte cumpleaños con Mateo, su hermano mellizo, pero poco más. Ella se parece un poco más a Georgina, por lo menos ambas tienen muchas cosas en común como su amor por la moda. No duda en posar sujetando el bolso de su madre, pero también ha sido fotografiada luciendo sobre los hombros un carísimo pañuelo de Louis Vuitton, seguramente para protegerla del frío que sintió en la exposición que visitaban, pero quien sabe.
La niña lo lució con mucho estilo, el mismo que ha demostrado tener en las redes sociales de sus padres, donde no duda en posar con mucho estilo, convertida en una mini influencer. Según ha contado en alguna ocasión Georgina, concretamente en el reality que protagoniza en Netflix y que sigue sus peripecias familiares y profesionales, Alana es más risueña, habladora y le encanta llamar la atención, tiene alma de artista, pero Eva "es más reservada, es mucho más sensible y muy apegada a mí".
Para Georgina su familia es lo más importante, "Queda mal decirlo, pero es que son los niños perfectos, los niños soñados", decía en ‘Soy Georgina’. En ellos se ha volcado para poder superar el duro golpe que supuso la muerte de uno de los mellizos que esperaban en abril. Una triste noticia que para ellos ha sido difícil de sobrellevar, pero que no impide que al pie del cañón para que el resto de sus hijos sientan que cuentan con el apoyo y amor incondicional de papá y mamá.