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Hay momentos en la vida en los que necesitas alguien a tu lado que te apoye y para Joaquín Cortés, esa persona es su mujer, Mónica Moreno. Ella está en los momentos felices, pero tampoco se ha separado de su lado en los más complicados, como durante los últimos tiempos, en los que la salud de Joaquín se ha visto resentida.
Para Mónica lo primordial en su vida son sus hijos y así lo ha manifestado siempre que ha tenido ocasión, la última de ellas hace poco, cuando denunciaba públicamente que su hijo había sido mordido por un perro cuya dueña llevaba suelto.
La pareja no lo ha dudado y ha dado todos los pasos necesarios para buscar justicia, poniendo la denuncia pertinente y presentando el parte de lesiones. Por suerte, para todos, el mayor de los dos hijos de la pareja se encuentra bien, pero ahora ha desarrollado un gran miedo a los perros.
Como decimos, esto llega en un momento complicado para la familia, pues hace poco Joaquín tuvo que permanecer unos días ingresado tras sufrir un desvanecimiento, algo que le preocupó mucho a él, pero también a su pareja, quien demostró una vez más que está al pie del cañón y siempre al lado de su marido.
De hecho, este detalle en la personalidad de Mónica fue clave para que la pareja comenzara la relación que mantienen hoy en día. Salieron durante un tiempo, unas cuantas citas que parecían apuntar en una buena dirección, pero de la noche a la mañana, Mónica desaparecía de la vida del bailaor.
"Su mundo me daba miedo. Me sentí sobrepasada y desaparecí", aclararon de esta forma los motivos de ese ghosting en una entrevista para Vanity Fair. La muerte de la madre de Joaquín hizo que se reencontraran, porque en un momento tan doloroso, Mónica quiso estar al lado de quien había sido importante para ella. Él había comenzado otra relación, por lo que su amor no pudo ser… en ese momento.
Cuando la relación de Cortés llegó a su final, la pareja decidió que era el momento de darle una nueva oportunidad al amor que una vez tuvieron, marcada por la gran química que sintieron desde el primer momento y que parece que nunca ha llegado a acabarse entre ellos. Mónica, esta vez sí, apostaba completamente por esta relación y dejaba su profesión de psicóloga para seguir a Joaquín en su carrera.
En 2018, con 49 años, Joaquín confirmaba que sería padre por primera vez junto a Mónica, que ahora tiene 39. Nacía Romeo y dos años después, daban la bienvenida al nuevo miembro de la familia, otro niño al que llamaron Andrea. Aunque la pareja no está casada, parece que tampoco les hace falta porque en sus hijos tienen el mayor compromiso, unos hijos a los que se refieren como su “gran obra maestra”, tal y como recoge la revista Hola.