Hace unos días, Joaquín Cortés compartía en sus redes sociales su preocupación por el estado de salud de su segundo hijo. El bebé, de apenas cinco meses de vida, ingresaba en un centro hospitalario tras contagiarse de un virus respiratorio mucho más "agresivo y peligroso en bebés que el coronavirus", según su padre. Afortunadamente, después de nueve largos e intensos días, el pequeño ha recibido el alta y ya está en casa con sus padres y su hermano mayor.
El bailaor y su mujer, Mónica Moreno, daban la bienvenida a su segundo hijo, Andrea, el pasado mes de febrero. Un bebé que llenó de felicidad sus vidas y que puso el broche de oro a su historia. Sin embargo, su peor pesadilla se hizo realidad cuando, después de un par de días presentando síntomas leves, el matrimonio terminó en las urgencias de un hospital materno infantil. Se había contagiado del virus respiratorio sincitial (VRS), enfermedad de la que, por suerte, ya se ha recuperado.
"Queríamos dejaros este post, porque muchas personas aún nos preguntan cómo va todo. Así que, deciros que, al fin, después de nueve días, el bebé salió por fin de su ingreso hospitalario ¡¡Y volvemos a estar juntitos los cuatro!!", escribe Mónica Moreno en su perfil junto a una serie fotográfica de todos los miembros de la familia juntos. Palabras e imágenes que el bailaor no ha dudado en repostear.
"También queríamos agradecer desde aquí la cantidad de mensajes y muestras de cariño que hemos recibido y seguimos recibiendo... Y la cantidad de personas que han dicho haber orado por el bebé, tanta gente que nos ha mandado su energía, su buena vibra... No tenemos palabras. Sois maravillosos…", continúa la carta.
"Aún seguimos leyendo mensajes vuestros y estamos alucinando. Así que sí, muchísimas muchísimas gracias a todos. Familiares, amigos y desconocidos. Cuando algo así pasa y recibes tanto apoyo se hace infinitamente más llevadero todo. No tenemos palabras", comentan agradecidos, antes de dar las gracias al Hospital Niño Jesús de Madrid y a todo el equipo médico por el trato recibido. "El bebé acabó haciéndose amigo de todo el que entraba. Acabó estando feliz allí. Aunque parezca increíble", dicen con sentido del humor.
"(…) Salir de ahí te hace sentir feliz. Pero a la vez sales lleno de emociones encontradas al saber todo lo que dejas detrás. Los niños no deberían enfermar. Gracias a los profesionales que estáis allí cada día (…) Gracias por ser tan humanos y hacernos el proceso infinitamente más llevadero. Gracias, gracias y mil gracias a todos", concluye el matrimonio, que ahora mismo no puede ser más feliz de estar "al fin en casa".