Está a punto de ampliar la familia y tal vez por eso Rihanna ha decidido que era el mejor momento para encontrar un nuevo hogar para todos. La cantante ha escogido un piso más elevado, mucho más, de un edificio en el que ya tenía un apartamento. Su nueva vivienda en Century City estaría situado en la planta 40, el ático, lo que le proporciona unas vistas impresionantes de la ciudad de Los Ángeles.
Hasta el momento, la artista, su pareja, el rapero ASAP Rocky, y el hijo de ambos, habían estado viviendo en un apartamento de tres habitaciones que, a la vista de que está embarazada por segunda vez, parecen habitaciones insuficientes para ellos.
La de Barbados podrá disfrutar de una vivienda que es más del doble de lo que era el anterior piso (que tenía 350 metros cuadrados), este tiene más de 800 metros cuadrados, con cuatro dormitorios, seis baños y un aseo y cuatro terrazas que le permiten disfrutar de las vistas desde cualquier ángulo. También cuenta con un ascensor privado que accede directamente a la vivienda.
Según recogen diferentes medios y ha publicado el portal ‘Dirt’, la casa también incluye una sala de cine insonorizada, una cocina con dos islas de mármol, una amplia suite con baños incorporados, mucho espacio en los armarios y un cuarto de estar con chimenea, algo no necesariamente necesario con el clima de la ciudad.
Uno de los aspectos más destacables de esta vivienda es que tiene forma circular, con ventanas que ocupan gran parte de las paredes, desde el techo hasta el suelo, logrando que la luz se convierta en un protagonista indiscutible, algo que permite que los suelos de madera de color oscuro destaquen más.
Este edificio es muy conocido entre las celebrities de la ciudad, que saben que es una construcción a prueba de paparazzi porque tiene su propio gimnasio y piscina, así como servicio de conserjería las 24 horas. Esto lo pueden atestiguar estrellas como Denzel Washington, quien vive allí.
Tal vez ese fuera el motivo por el que el actor Matthew Perry (Chandler en ‘Friends’) lo convirtió en su hogar entre 2017 y 2021, cuando lo vendió. Durante su tiempo viviendo allí realizó grandes mejoras y contó con la ayuda del arquitecto Scott Joyce y el diseñador de interiores LM Pagano para todos los cambios que quiso hacer.
Vendió la casa por 21,6 millones de dólares a Nick Molnar, cofundador de Afterpay, quien ahora se la ha vendido a Rihanna por 19 millones de dólares, a pesar de que cuando la puso a la venta pedía por ella 28 millones. No hay duda de que, además de talento para la música, Rihanna tiene un gran ojo para los negocios, tal y como demuestra en todos sus proyectos, Fenty ha sido todo un éxito y todo apunta a que la compra de este ático tampoco le ha ido mal.