Desde hace tiempo, la actriz Jennifer Lawrence se toma su carrera con un poco más de calma, pero durante una temporada, rara era la película que no contaba con su presencia. Cuando no se encontraba haciendo entrevistas para promocionarlas, estaba en plena carrera para el Oscar.
A pesar de su juventud, la actriz ha sido nominada hasta en cuatro ocasiones, consiguiendo ser la ganadora en una ellas, por su interpretación en El lado bueno de las cosas. Una mítica entrega de premios que será recordada por el tropiezo que tuvo al subir al escenario, acabó por el suelo delante de lo más granado de Hollywood.
Esta es solo una muestra más de su carácter, espontáneo y sincero, siempre dispuesta a tomarse las cosas con humor y responder a todas las situaciones con su mejor sonrisa. Gracias a ello se ha convertido en una actriz muy querida, tanto por parte de sus compañeros como por el público.
Su vida profesional despierta gran interés, pero también lo hace su vida personal. Ella ha intentado llevar esta faceta de su vida con la máxima discreción, sobre todo desde que conoció a quien es su marido desde 2019, el galerista Cooke Maroney.
Dos años de discreto romance que culminaron boda, una bonita familia que ampliaron en febrero de 2022 con la llegada de Cy, su primer hijo. El pequeño se llama así en homenaje a Cy Twombly, un pintor estadounidense que es el artista preferido de Maroney.
Fue precisamente tras el nacimiento de su hijo cuando Jennifer concedió una entrevista en al que revelaba algunos duros pasajes de su vida, como que antes de tener a su hijo había abortado en dos ocasiones. La primera de ellas cuando solo tenía 20 años y, aunque según aseguró tenía intención de abortar, tuvo un aborto espontáneo que afrontó sola en Montreal.
La actriz quedó de nuevo embarazada durante el rodaje de la película No mires arriba, junto a su marido tenían claro que querían ampliar la familia cuanto antes, pero parece que el destino no se lo iba a poner nada fácil, porque de nuevo sufría un aborto espontáneo, esta vez necesitando intervención médica para asegurarse de que todo salía bien.
Este tipo de experiencias le ha hecho tener muy claras sus opiniones y sus ideas políticas, algo que choca frontalmente con las de su conservadora familia, ellos son republicanos. “He trabajado muy duro en los últimos cinco años para perdonar a mi padre y a mi familia, y para tratar de entender. Es algo diferente. La información que reciben es diferente. Su vida es diferente", decía durante una entrevista para Vogue.
"He intentado superarlo y la verdad es que no puedo. No puedo. Lo siento, me estoy desahogando, pero ya no puedo con la gente que no es política. Vives en los Estados Unidos de América. Tienes que ser político. Estamos muy mal. La política está matando a gente".
La maternidad ha cambiado por completo la manera del ver el mundo de la actriz, pero no su personalidad vibrante y llena de energía, tal y como ha demostrado en todas sus apariciones, donde siempre muestra su curioso sentido del humor.