La relación entre Julián Contreras y sus hermanos hace tiempo que dejó de ser cercana y fluida, claro que también hace tiempo que la relación entre Francisco y Cayetano Rivera tampoco es la que fue. La relación entre los hermanos está llena de encuentros y desencuentros, lo que hace que en ocasiones estén distanciados.
Francisco está centrado en su profesión y su familia, sigue feliz al lado de Lourdes Montes, junto a quien parece haber encontrado la felicidad que siempre buscó. Cayetano, por su parte, ha pasado por una etapa de cambios. Su separación de Eva González ya es cosa del pasado, hace tiempo que el diestro rehizo su vida junto a la periodista portuguesa María Cerqueira.
Fue precisamente la boda de Cayetano con Eva la que marcó un punto de inflexión en la relación entre los tres hermanos, Julián se sintió defraudado y poco cuidado por ellos y así lo hizo saber, lo que abrió una brecha en su relación que solo el tiempo dirá si se puede cerrar o si es pasado.
Julián era muy joven cuando perdió a su madre y esto fue para él un golpe muy duro, tampoco fue sencillo para el ver cómo su madre se enfrentaba a los años más complicados de su vida. Cuando Carmen Ordoñez fue hallada muerta, Julián tenía 18 años. Ahora que ya tiene 37, vive volcado en cuidar a su padre, que padece una enfermedad degenerativa.
También lamentaba hace unos meses la muerte de su gato Elliot, que se había convertido en estos años de convivencia en su mejor compañero. Un momento muy complicado para él porque su mascota estuvo enfermo durante bastante tiempo y tuvo que pedir ayuda para poder costear el tratamiento, algo que le hizo darse cuenta de la bondad de la gente, pero también de la maldad de algunas personas.
A lo largo de su vida, Julián ha luchado mucho por encontrar su lugar, esa pasión con la que poder ganarse la vida y no parece que le esté resultado fácil. Él se considera escritor, así se presenta en sus redes sociales y de hecho cuenta con varias publicaciones que lo demuestran, en caso de que fuera necesario.
No obstante, esta profesión no parece ser la que más beneficios le proporciona y el joven ha tenido que probar suerte en otras carreras. Ha colaborado en televisión, con diferentes resultados, pues en su último proyecto no duró demasiado, también probó suerte con el mundo de la hostelería, abrió un restaurante que consumió todos sus ahorros y que cerró tras varios años de actividad.
Durante un tiempo ejerció como relaciones públicas en un bingo, pero este cerró con la pandemia. Julián no se rinde y ahora ha probado suerte en el mundo de las redes sociales, concretamente se ha abierto una cuenta en YouTube y también un canal en Twitch, se le puede seguir en TikTok, donde promociona sus contenidos.
Estas nuevas plataformas le ofrecen nuevas posibilidades de comunicación, algo que siempre le ha llamado la atención y que parece ser de su interés. Aquí está creando una comunidad con la que hablar de temas de actualidad y también sobre intereses comunes con sus suscriptores.