Candela Peña sintió "mucho miedo" cuando le confirmaron que sería la actriz que daría vida a Rosario Porto en la serie del caso Asunta. Según contó hace unos días en una charla con Vicky Martín Berrocal en 'A solas con...', el primer papel que la ofrecieron fue el de la Guardia Civil, un personaje que finalmente interpreta María León. Cuando recibió esa primera llamada, la actriz tuvo interés por saber quién daría vida a Rosario Porto, una de las protagonistas de la serie. A pesar de que en un primer momento le dijeron que ella era "muy fuerte" para interpretar ese papel, Candela se empeñó y pidió tres semanas para prepararse una prueba. Todo fue muy rápido y al llegar a su casa después de hacerla ya le habían dado el sí.
Para interpretar este papel, Candela Peña tuvo que caracterizarse de Rosario Porto, la abogada que fue condenada a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija adoptiva Asunta, crimen cometido en el año 2013. En el año 2020, durante la pandemia, su cuerpo sin vida fue encontrado en la prisión Brieva. El caso comenzó cuando ambos padres denunciaron la desaparición de su hija Asunta, que tenía 12 años. Al día siguiente, dos personas encontraron a la niña sin vida en una pista forestal perteneciente al municipio de Teo, en A Coruña. Dos días después, la abogada y Alfonso Basterra, padre de la niña, fueron detenidos.
Candela Peña contó con la ayuda de profesionales que la caracterizaron con una peluca que, en sus propias palabras, "ayuda mucho porque cuando te la pones ya eres un cuadro chino". Además ha contado con dos coach que la han ayudado a lograr el acento gallego. "Cuando me ponía la peluca en el rodaje la gente se alejaba de mí", ha contado en referencia al logro que consiguieron con la caracterización.
El primer día de rodaje, justo después de ponerle la peluca, Candela Peña se puso "a vomitar como una loca". Los nervios le jugaron una mala pasada y llegó un momento en que sus compañeros decidieron llamar a una ambulancia "porque no paraba". "Entro en la ambulancia y la médico se desmaya. Me mira y era una compañera de Rosario Porto de clase. Esa mujer me vio aparecer allí con la carita a cuadros y le dio una bajona. Pensé: 'Vamos bien, si esa mujer que la conocía se lo había comido con patatas...' Pensó que estaba allí", contaba hace unos días la actriz sobre la surrealista anécdota que vivió el primer día de rodaje.
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