La actriz Candela Peña vuelve a estar en el punto de mira de la actualidad. La protagonista de La Boda de Rosa ha tenido que hacer frente a las críticas en los últimos meses por su radical cambio físico tras perder doce kilos. ¿El motivo de ello? Su trabajo. Dentro de poco la veremos interpretando a Rosario Porto (una mujer que fue condenada por matar, presuntamente, a su hija). La artista, como nos tiene acostumbrados, ha roto su silencio y se ha defendido de las críticas y, además, ha hablado sobre su 'poco convencional' papel de madre, una faceta que viene marcada por su dura infancia.
La actriz ha concedido una reveladora entrevista en 'El País' en donde ha hablado abiertamente sobre su papel como madre pero, esta vez, en la vida real. Peña ha comenzado diciendo que su infancia ha marcado esta etapa de su vida en la que ejerce como progenitora de Román, que llegaba al mundo en 2011. "Yo vengo de un hogar donde no ha habido mucho apego", ha comenzado diciendo la intérprete que ha 'excusado' a sus padre diciendo que, por su trabajo, "a los tres meses de nacer me dejaron en casa de mi abuela": "Eso, claro, ha hecho también que yo sea quien soy".
A pesar de su 'distante' relación con sus padres (por la sociedad en la que vivían entonces), la actriz parece que siempre ha tenido claro el tipo de madre que quería ser. "Desde que me quedé embarazada tuve muy claro que quería estar muy pegada a mi hijo. Pero no me pongo ninguna medalla. Todas las madres podemos ser unas manipuladoras de mierda", ha dicho en la cabecera mencionada asegurando que, al ser madre soltera, acude a terapia por "no joderle la vida a mi hijo", ya que "quiere criar a una persona libre, sana y respetuosa".
Peña parece que tiene bastante claro los valores que quiere que tenga su hijo en el futuro pero, sobre todo, que crezca rodeado de amor aunque por su pasado, no se considera la "mejor amadora". "A mi madre le han enseñado a amar de una manera peculiar, ella me lo ha trasladado a mí y yo pues tampoco soy la perfecta amadora", ha relatando asegurando que entiende el papel que ejerció su madre, ya que era "una hija de 14 hermanos cocineros entre los que tampoco fue muy vista, con una madre machista que la obligaba a lavarles ropa".